La Salle define en Cabaña Leiva el ascenso al Argentino B
La Salle se encuentra ante la histórica oportunidad de ascender al Argentino B. No llegó de casualidad, un largo camino le tocó atravesar para soñar con esta posibilidad.
Mauro González
El alumno se encuentra a tan sólo un paso de poder conseguir la meta de recibirse. Nada es fácil, ni el último paso del camino, como así tampoco lo fue el primero y los siguientes. Todo estudiante pasó por distintas etapas, en las cuales fue atravesando momentos más o menos duros, con evaluaciones eximidas o reprobadas. La Salle está en la oportunidad de su vida colegial de ingresar al durísimo Argentino B.
Si nos ponemos a analizar simplemente los últimos exámenes que rindió en este 2014, estaríamos equivocados a la hora de poder realizar una mirada más profunda sobre este presente. Como todo aprendiz, pasó primero por la primaria formándose bien desde cero, superando distintos escollos y, tras un duro año, llegó a la secundaria en la cual está a punto de terminarla para pasar a la universidad.
Su formación primaria empezó en 2012. La primera decisión tomada fue la elección del conductor del equipo. El elegido: Juan Carlos Lapalma, un técnico con experiencia en otras ligas de la región, pero principalmente con una vasta trayectoria como profesional en el exterior, que le posibilitó a todos los jugadores adquirir sus conocimientos y vivencias para poder volcarlos a la cancha.
Durante ese año, las estadísticas del equipo fueron aprobadas con justeza ya que no peleaba el campeonato, pero tampoco se encontraba en los últimos puestos, algo que se modificó para 2013. La Salle se propuso eximirse con notas altas buscando tener el “sobresaliente” en su libreta. No fue nada fácil porque tuvo que estudiar en cada evaluación que rindió que, en su gran mayoríaaprobó. Su gran prueba de carácter la dio el 29 de junio cuando venció 4 a 3 a Sanjustino en un electrizante encuentro y consiguió su segunda estrella liguista, luego de 21 años de sequía.
El torneo obtenido en esa primera mitad de año no fue sólo mera casualidad. El plantel demostró en el segundo semestre que se encontraba en condiciones de mantenerse en la élite liguista. El subcampeonato obtenido detrás del Matador de San Justo, dejó en claro que el año fue redondo por donde se lo mire, con un horizonte claro para 2014: el Torneo del Interior.
La gran base de los jugadores campeones, se quedó a disputar este certamen, sumando a algunas incorporaciones. Esto fue más que importante para que la identidad y fisonomía de este equipo no se pierda y vaya con intenciones firmes de poder lograr los objetivos que se proponga
La fase de grupos no fue para nada fácil. Rivales complicados como Libertad de San Jerónimo y Santa Fe FC le propusieron batalla a los lasallanos en la fase de grupos. Con resultados positivos como local, más puntos importantes cosechados en San Carlos, logró llevarse el primer puesto de la zona 46.
Producto de un juego quizás no tan vistoso como el obtenido en el 2013, pero si con inteligencia y madurez para poder llevarlo a cabo de la mejor manera, La Salle empezó a superar los distintos obstáculos en ronda de playoffs. El primero fue Palermo de Paraná, superado por una gran efectividad conseguida como local y la resistencia de la ventaja como visitante. El segundo fue Peñarol de esa ciudad, consiguiendo un score final más apretado, pero con mejor rendimiento futbolístico.
El domingo pasado tuvo su primera final ante Atlético Campaña de Carcarañá. El gol de Bertozzi promediando la primera mitad le dio al colegial una ventaja más que considerable para el partido de vuelta del próximo sábado a las 15 en Cabaña Leiva. Se encuentran a tan sólo 90 minutos de poder conseguir el histórico ascenso al Argentino B. Algo totalmente impensado de aquí a hace dos años pero, con una idea firme desde la parte dirigencial, un claro concepto en la experiencia de Lapalma y un sentido de pertenencia y unión grupal poco visto en el ambiente liguista, dejan abierta la puerta a La Salle para que se siente en la última mesa examinadora y busque ese ansiado 10 que le propinaría ese momento más glorioso de su historia y quedar como el tercer equipo de Santa Fe, en torneos nacionales, detrás de Colón y Unión.
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