Que viva el fútbol

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domingo, 8 de junio de 2008

UNIÓN FESTEJÓ ANTES DE TIEMPO


Unión le empataron en el último minuto
Distracción fatal
Unión ganaba 1-0, aseguraba su clasificación a la Promoción, dominaba a puro gol errado, el estadio era una fiesta con 18.000 almas tatengues cantando como nunca y hasta “limpiaba” a los jugadores colgados con cuatro amarillas: Juan José Serrizuela y César Pereyra. El árbitro, Javier Ruiz, agregó tres minutos y el cronómetro marcaba que ya se jugaba el tercero de los adicionados. Hasta que llegó un pelotazo “a la olla”, Mosset la peinó para atrás en lugar de sacarla y Assef evitó el auto-gol mandándola al córner desde la misma línea, con los jugadores de Ben Hur pidiendo que la pelota había entrado. Del tiro de esquina nació un rebote, se perdieron las marcas y apareció Vella ingresando abierto por derecha para vencer al “Turco”. Ahora, el sábado, Unión necesita ganarle a Quilmes para no depender de nadie. Pero se abre un abanico de posibilidades si el equipo de Gugnali empata o pierde: puede entrar tercero, cuarto o directamente quedar afuera. Y todo por culpa de una distracción fatal.
De los papelitos... a los papeles para hacer números, cálculos, diferencia de goles y cruces de equipos de cara a la última fecha. De la fiesta ruidosa, multitudinaria e inolvidable para estos tiempos duros que corren a un silencio final que pareció escucharse, aunque parezca un contrasentido de palabras. De las bombas del humo lindo en rojo y blanco a lo nublado que aparece ahora el combo de posibilidades. Porque es cierto que el final de esta novela sigue dependiendo de Unión y que si gana no tiene que escuchar por radio ningún partido. Ni Tiro, ni Chaca, ni Belgrano. Eso está claro, pero uno se pregunta: ¿Cómo impactará en el ánimo de este grupo el durísimo golpe que ayer le dio Ben Hur? Y así como está a favor el hecho de no tener que esperar nada de nadie en caso de ganar, también hay que decir que enfrentará de visitante a un Quilmes que se aferra a una pequeña ventanita para entrar a la Promo, que justo cuando necesita aprobar la materia “personalidad” se queda sin Serrizuela y Pereyra —claras figuras en los últimos partidos— y que encima se debe estar haciendo puertas para adentro un montón de preguntas que hoy no tienen respuestas.Y, de paso, estoy convencido de que hay jugadas que darán vueltas por la cabeza de los jugadores cuando la apoyan en la almohada para intentar dormir. No pudieron dormir, estoy seguro. Como esa penúltima pelota, que Mosset peinó hacia atrás y Assef sacó al córner desde la misma línea. Al toque, apareció el epocalipsis. Córner, rebotes y golazo de Vella. Pero antes de ese fatídico tercer minuto adicionado de los tres que había dado Javier Ruiz, también hay lugar para otras preguntas. ¿Por qué no se le abrió el arco a delanteros como Zárate y Pereyra que venían filosos —dos de cada uno en Mendoza— y que entre los dos marcaron 27 de los 49 goles de la actual temporada?... Va la respuesta: el caño le dijo no a Pereyra, Zárate la mandó a la avenida Perón de volea como venía, se la sacaron de cabeza al “Picante” en la línea, falló la “Chancha” entrando solo por derecha con su remate cruzado y el arquero Aguiar no se comió el “sombrerito” que le tiró Pereyra por arriba después de un pase-gol exquisito de Marcos Flores. A todo esto, mientras Unión abría la fábrica de errar goles, Ben Hur ni pisaba el área de Assef.Entonces, cuando se haga el balance de las llegadas a las áreas de uno y otro, habrá que explicar una sociedad que ayer —al menos por 90 minutos— se rompió: Unión se divorció de la suerte. En realidad, fue la fortuna que lo dejó solito esta vez a Unión y en su propia casa. Y así como en tantas tardes salvó Assef, los palos y la contundencia arriba para sacarle “jugo” al aguante defensivo, ayer el equipo de Claudio Gugnali se quedó con dos puntos menos que ampliamente mereció sumar en el campo.Sin los goles de nocaut de sus filosos puntas —17 goles de Zárate y 10 de Pereyra— y abandonado por su suerte, sólo le faltaba algo más a Unión para arruinar la mejor fiesta popular de los últimos tiempos en el 15 de Abril: cometer errores groseros en defensa. Ahí atrás, impensadamente, no se privó de nada a la hora de las equivocaciones. En realidad, cometió un defecto al que no le encontró sincronización en la tarde de ayer: Mosset insistió en peinarla para atrás y Assef quedó descolocado. Menos mal que el “Turco” logró sacar una mano y mandarla al córner desde la misma línea, con todos los jugadores de la BH “apretando” al juez de línea por entender que Assef la sacó de adentro. El arquero evitó el auto-gol, pero del tiro de esquina vinieron dos distracciones más y a Ben Hur no le quedó otra que empatar en Santa Fe sobre la hora. Primero, se dejaron ganar de arriba; después lo dejaron solo a Echagüe para que pensara y finalmente lo dejaron solo a Vella para “matarlo” al “Turco” Assef con un derechazo alto, violento y preciso.
Mejor que otras veces
Muchas veces se dijo que este equipo tenía mejor pilcha en la tabla que en la cancha. Pero ayer jugó realmente mejor de lo que muestra el resultado final del 1 a 1. Fue inteligente para no salir a “quemar naves” sin sentido, mucho más con un equipo que lo había golpeado de contra a Godoy Cruz con un estadio en un simulacro similar de festejo anticipado en Mendoza. El peor error de Unión hubiera sido dejarse llevar por la ansiedad de los miles y miles de socios más hinchas que llenaron la cancha. Sabiendo que enfrente aparecía un equipo complicado con su promedio pero agrandado por su racha —al 1-0 en Mendoza se sumaba el 2-0 en el derby rafaelino—, supo leer claramente qué era lo que no tenía que hacer. Era lo mismo conseguir el gol al minuto que a los 90. Entonces, la paciencia fue una de sus virtudes en un primer tiempo que arrancó con desacoples en el fondo hasta que tomaron bien las marcas los de atrás.Salió un poco más decidido en el complemento y el “Coqui” Torres avisó con la única jugada que inventó de su zurda: antes del minuto metió un slalon y sacudió la parte externa de la red de Aguiar. Antes del gol, telegrama de Pereyra como venía después de un lindo atrevimiento de Marcos Flores.Y todo lo que avisaba Unión se concretó. Pensar que cuando quiso salir Fontana por derecha, la perdió, se complicó, la recuperó y le hicieron foul en la zona del “4”. Salió corto para Serrizuela, la pegada exacta para habilitar a Torres del otro lado, la seña de Zárate para que se la tiren y una corrida brava de la “Chancha” por izquierda, ganando la posición contra la raya con un centro-gol-atrás para que Zapata la empuje al gol.Todo lo que vino después ya lo explicamos. No menos de cinco chances claras de gol desperdiciadas por Unión, mientras Ben Hur no pasaba la mitad de la cancha y miraba impotente cómo era superado en todos los sectores del campo. Los rafaelinos perdían claramente en todo, menos en el resultado que era por la mínima diferencia. Hasta que llegó esa jugada en el último minuto de los tres adicionados por Javier Ruiz y Vella enmudeció las miles de almas tatengues en el 15 de Abril.
Del cotillón a la calculadora
Así, en apenas un ratito, Unión pasó de tener todo a sentirse vacío y sin nada. Un puñado de azules festejaba mientras todo el paisaje en rojo y blanco se quedaba como suspendido en el tiempo. Al muchacho que tenía que prender los fuegos artificiales del final no le avisaron y el cielo de López y Planes parecía raro: arriba ruido, abajo silencio. Justamente, los fuegos parecieron más artificiales que nunca. Es que hace años Unión no armaba una fiesta popular como la de ayer. Todas las generaciones juntas. Y encima el condimento emocional por el último y mejor adiós a Malvicino, con banderas alusivas, minuto de silencio conmovedor y aplauso posterior emocionante desde los cuatro costados del 15 de Abril.El gol de Zapata, después de la corrida del guapo Zárate, pareció marcar el inicio de una fiesta total. Encima se daban los otros resultados: le habían empatado a Belgrano y Quilmes perdía, con lo cual Unión enfrentaba en la última fecha a un rival sin motivación. Llegaba a los 58 puntos y sólo podía ser alcanzado por Chacarita en la última fecha en caso de perder con los cerveceros. Conclusión: estaba adentro de la Promoción. Y encima como tercero. Para soñar con ese cruce con uno de los de Primera.Ahora se complicó solo. No está muerto, pero está malherido este dignísimo Unión de Gugnali. Lo que habrá que ver en una semana es hasta dónde le entró la bala de Vella sobre la hora. Sabe que ganando no depende de nadie, pero con cualquiera de los otros dos resultados —empatar o perder— quedará en manos de Dios y esperará para escuchar qué pasa con Tiro y Chaca.Las bajas de Serrizuela y Pereyra son vitales, porque venían siendo figuras en este equipo. Pero a esta altura no preocupa lo futbolístico. Lo que preocupa más es la cabeza y el corazón. Es que después de ayer, el equipo quedó inconsciente y con arritmia. Quiera Dios que el “Ángel” de la Guarda que ayer fue popularmente inmortalizado por miles de tatengues en las tribunas del 15 de Abril, le haga otro regalo más a su querido Unión desde el Cielo.
UNIÓN 1 - BEN HUR1
Unión: Assef; Fontana, Vera, Mosset y Yacob; Zapata, Serrizuela, Torres y Marcos Flores; Pereyra y Zárate.DT: Claudio Gugnali.
Ben Hur de Rafaela: Aguiar; Vella, Ferrari, Restelli y Gorosito; Zanabria, Monay, Albornoz y Echagüe; Klussener y Cereseto.DT: Ricardo Zielinski.
Goles: en el segundo tiempo, a los 13 min Zapata (U) y a los 48 min Vella (BH).
Cambios: en el arranque, Carabajal por Renzo Vera (U); a los 9 min Lorenzatti por Cereseto (BH); 18 min Paz por Albornoz (BH); a los 34 min Urresti por Flores (U); a los 38 min Malandra por Gorosito (BH) y a los 44 min Acosta por Serrizuela (U).
Árbitro: Javier Ruiz.
Fuente: diario El Litoral

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