Ocurrió en San Javier, durante el partido entre Central y Nuevo Horizonte. Se llama Pablo López y fue pateado en el suelo. Sufrió lesiones en la cabeza y los brazos. Lo operan este lunes. “Estoy pensando en dejar el fútbol”, dijo al hablar con El Litoral.com.
“Esta agresión es algo que no puedo entender... por cómo estaba el partido. Es la primera vez que me pasa y no tengo ganas de seguir. Es increíble que te quieran matar por nada, porque está claro que si no se mete la gente de Nuevo Horizonte a defenderme me matan a patadas en el piso”, comentó esta mañana Pablo López desde una cama de un sanatorio céntrico de nuestra ciudad, adonde aguardará hasta las 17, cuando será intervenido quirúrgicamente.López tiene 36 años y desde los 28 que es árbitro de la Liga Santafesina de Fútbol. Por sus méritos, también dirige algunos encuentros del torneo de ascenso Argentino B. Vive en barrio San Lorenzo, tiene 10 hermanos y dos pequeños hijos, Homero (de 10 años) y Tomás (de 4). Además del referato, durante la semana, cumple funciones en una empresa constructora. Todavía se lo escucha consternado por lo que tuvo que pasar el sábado por la tarde, cuando dirigía el partido que Central San Javier le ganaba por 5 a 1 a Nuevo Horizonte, por la B1. No obstante, dice que se siente respaldado por el “ambiente del fútbol” y especialmente por las autoridades de la Liga.“Tengo unos dolores bárbaros en la mano izquierda. El médico me explicó que son provocados porque uno de los golpes me astilló el escafoide y los pedazos dañados tocan los tendones. Por eso me van a operar esta tarde. Después, cuando se me desinflame la zona de la nariz, se verá esa parte”, explicó el referí.Minutos de furiaEl equipo local ganaba por 4 goles de diferencia y nada hacía suponer lo que estaba a punto de desencadenarse. “Había cobrado un tiro libre para Nuevo Horizonte y el (jugador) número 7 de Central no respetaba la distancia para la barrera. Entonces lo amonesté. Entonces, me dijo ‘por eso me amonestás bobo de m.’ y lo tuve que expulsar. Entonces comenzó el tumulto y otro jugador me hizo caer. Entonces me patearon en el piso, en la cabeza. Los que me pegaron fueron dos hermanos de apellido Fort, que son conocidos en la Liga por ser violentos”, relató.“En el lugar -agregó- me atendió un jugador que es enfermero. Después me sacó de ahí la policía y una ambulancia me trasladó hasta el Samco, donde quedé en observación por unas horas”.El incidente fue denunciado en dependencias policiales y el testimonio de López fue completado con los de sus asistentes.
“Esta agresión es algo que no puedo entender... por cómo estaba el partido. Es la primera vez que me pasa y no tengo ganas de seguir. Es increíble que te quieran matar por nada, porque está claro que si no se mete la gente de Nuevo Horizonte a defenderme me matan a patadas en el piso”, comentó esta mañana Pablo López desde una cama de un sanatorio céntrico de nuestra ciudad, adonde aguardará hasta las 17, cuando será intervenido quirúrgicamente.López tiene 36 años y desde los 28 que es árbitro de la Liga Santafesina de Fútbol. Por sus méritos, también dirige algunos encuentros del torneo de ascenso Argentino B. Vive en barrio San Lorenzo, tiene 10 hermanos y dos pequeños hijos, Homero (de 10 años) y Tomás (de 4). Además del referato, durante la semana, cumple funciones en una empresa constructora. Todavía se lo escucha consternado por lo que tuvo que pasar el sábado por la tarde, cuando dirigía el partido que Central San Javier le ganaba por 5 a 1 a Nuevo Horizonte, por la B1. No obstante, dice que se siente respaldado por el “ambiente del fútbol” y especialmente por las autoridades de la Liga.“Tengo unos dolores bárbaros en la mano izquierda. El médico me explicó que son provocados porque uno de los golpes me astilló el escafoide y los pedazos dañados tocan los tendones. Por eso me van a operar esta tarde. Después, cuando se me desinflame la zona de la nariz, se verá esa parte”, explicó el referí.Minutos de furiaEl equipo local ganaba por 4 goles de diferencia y nada hacía suponer lo que estaba a punto de desencadenarse. “Había cobrado un tiro libre para Nuevo Horizonte y el (jugador) número 7 de Central no respetaba la distancia para la barrera. Entonces lo amonesté. Entonces, me dijo ‘por eso me amonestás bobo de m.’ y lo tuve que expulsar. Entonces comenzó el tumulto y otro jugador me hizo caer. Entonces me patearon en el piso, en la cabeza. Los que me pegaron fueron dos hermanos de apellido Fort, que son conocidos en la Liga por ser violentos”, relató.“En el lugar -agregó- me atendió un jugador que es enfermero. Después me sacó de ahí la policía y una ambulancia me trasladó hasta el Samco, donde quedé en observación por unas horas”.El incidente fue denunciado en dependencias policiales y el testimonio de López fue completado con los de sus asistentes.
Resolución de árbitros
Luego de la lamentable y repudiable agresión, sus colegas resolvieron convocarse para el miércoles a las 20 en el Centro de Perfeccionamiento Docente Deportivo (Salta y 4 de Enero), a la vez que comunicaron al Colegio de Arbitros la decisión de no dirigir algunos partidos programados para este miércoles.
Fuente: portal digital diario El Litoral
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