En la cima nada cambia
El Quillá goleó y manda
El Tiburón liquidó 7 a 1 a El Cadi en Rincón. Una tarde para el olvido del arquero Silva y una eficacia envidiable en el puntero. Ciclón Racing también goleó y sigue con firmes chances.
Julián Monzón
deportes@ellitoral.com
No caben dudas de que, en lo previo, el partido de la fecha era el que se jugaba en Rincón, entre El Cadi y Náutico El Quillá. Una gran convocatoria de público para un partido que comenzó a resolverse apenas Carlos Córdoba marcó el pitazo inicial.
Es que al minuto y medio, Dante Silva cometió el primero de una serie de groseros errores que le costaron caro al conjunto de Rincón. Noreira conectó de cabeza y tras el rebote en el palo, Silva en su afán de querer despejarla, no hizo más que meter la pelota dentro del arco, estableciendo el primer grito visitante.
A los 4, nuevamente el arquero falló, en este caso dejando el rebote a centímetros del área chica, donde apareció Grosso para poner el 2 a 0 parcial. Por si fuera poco, Brian Figueroa dejó irresponsablemente a su equipo con un hombre menos: le entró durísimo a Juan Manuel Chemes y recibió la tarjeta roja, cuando apenas se jugaban 12 minutos.
El cóctel de combinaciones era una ventaja muy grande para que el El Quillá tome las riendas del partido. Por si faltaban condimentos, la hinchada local protagonizó un altercado con el línea Jesús Pascua y el partido estuvo detenido algunos minutos. El reclamo era una mano de “Chazo” Aguirre en la jugada previa al segundo gol visitante. El árbitro explicó que juzgó no intencional, dado que la pelota dio en la mano, producto de un rebote en el muslo del volante de El Quillá.
Cuando El Cadi se metió en el partido, tuvo algunas chances como para lograr el descuento. Primero con un tiro libre a manera de centro que Villalba no pudo conectar con comodidad, mandando la pelota por encima del travesaño. Luego con un tiro de esquina ejecutado desde la izquierda, que Balbuena cabeceó para el lucimiento de Bordoy, que sacó de manera espectacular del ángulo. Villalba volvió a quedar en posición de gol, pero otra vez falló en la puntería y no pudo lograr el descuento.
No perdonó
Si en el primer tiempo la clave del resultado era la enorme eficacia, en el segundo esa cualidad fue determinante en el resultado final. El ingreso de Duarte le dio más peso ofensivo a El Cadi, pero el palo salvó nuevamente la valla de Juan Jesús Bordoy.
Silva siguió haciendo de las suyas y fue absoluto responsable del cuarto tanto del partido. Aguirre mandó el centro al área y el arquero falló nuevamente. Balbuena no logró despejar y Noreira no tuvo piedad para marcar el cuarto de su equipo y el segundo de su cosecha personal.
Al partido sólo le restaba el resultado final, pero ya se sabía quién iba a ser el ganador. Javier Fidalgo se aprovechó de otro error de Silva y le sirvió el gol a Echagüe para el 5 a 0. El descuento de Duarte premió la entrega del delantero, pero de nada sirvió para intentar torcer el desenlace del encuentro.
Felizia remató al arco y Silva le dio nuevamente el pase-gol a un rival. En este caso a Chemes, que puso el sexto de El Quillá. Gustavo Echagüe aprovechó los espacios que las nulas reservas anímicas de su rival generaban y estableció el 7 a 1. Un tanteador que pudo ser aún mayor, pero que no se modificó gracias al travesaño primero (en el remate de Chemes) y a la dificultad para definir de Echagüe luego.
Otra vez violencia.
El partido entre Central Helvecia y Central San Javier fue suspendido cuando se jugaba tiempo adicionado por un nuevo y preocupante hecho de violencia. El blanco fue el árbitro Manuel Sánchez, que debió soportar la agresión del cuerpo técnico y la parcialidad sanjavierina, luego de cobrar un penal en favor del local. Ahora es resorte de la Liga punir de manera ejemplificadora para que esto no ocurra más en nuestro fútbol.
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Diario El Litoral
tienen q sacarlo a san javier de la liga santafesina y que se dejen de joder , que vallan a jugar la liga de la costa
ResponderEliminarQue raro la gente de Central San Javier haciendo quilombo ja.
ResponderEliminarTodos los años estos muchachos hacen una distinta. Todavía no entiendo que espera la liga para desafiliarlos y mandarlos a jugar a donde quieran.
Los jugadores, dirigentes (y cuerpo tecnic) e hinchas son una verguenza para la seguirdad de espectaculos.
(Y LO DIGO PORQUE LO VIVÍ EN CARNE PROPIA CUANDO FUÍ DE VISITANTE)