Difícil encarar un homenaje a alguien que ya no está, cuando todos estamos impregnados de clima festivo, esperando la gran final del mundial, donde nuestra selección es protagonista.
Que complicado es recibir un mensaje que simplemente dice “Negro, se murió el Juanca García” en el medio de una cena, de una película y pensando que hasta hace poco estuviste hablando con él.
El Juanca era un pedazo de Agua, pero no un pedacito, un pedazo muy grande. Fue entrenador, fue consejero, fue dirigente, fue remisero, fue fletero, fue mozo….. Sí fue todo eso y mucho más, porque por su querido club no había un no, porque para Juanca García su pasión, su amor por la camiseta de Agua y Energía todo lo podía. Incluso su porfiado accionar de ir a ver los partidos cuando su cardiólogo le decía que debía evitar esas emociones.
Tengo muchas anécdotas para contar, me acuerdo cuando me llamaste casi llorando diciéndome “Julián nos quieren sepultar, nos sacan el predio” recuerdo cuando una noche llamaste y me preguntabas si el otro equipo había puesto un jugador trucho y lamentablemente te lo tenía que confirmar y me volviste a repetir “vez que nos quieren sepultar?, el gobierno nos sacó el predio, nunca tuvimos cancha y ahora nos mandan a la B2”
Pero también recuerdo otras que son muchas más gratas, como cuando en el 2002 escondiste una camiseta para que el plantel no te vea y me dijiste “esta es tuya, porque vos sos nuestro hincha número 1, perdoname que no sea la que usamos esta año, es la del año pasado, pero está nuevita, es igual el diseño, solo le falta la publicidad”
Cuando días más tarde me dijiste, “no le digas a nadie, pero hay un festejo íntimo por el ascenso. Es en un quincho que consigue el falco Zanetta, pero no digas nada porque sos el único periodista invitado”
Me hiciste sentir mal cuando una noche en el 2006, fui a cancha de Pucará y me dijiste “como nos dejaste abandonado, no ganamos un partido. Pero al menos se que no nos vamos ir a la B sin ganar un partido” y el destino quiso que esa noche le ganaran a Gimnasia, con baile incluido, cuando el equipo ya estaba descendido.
Recuerdo cuando en el 2010 me llamaste y me dijiste “Necesito que me hagas un favor enorme, porque ya tengo todo armado, solo faltás vos para que se dé todo como quiero” La cita fue ir a la plaza de la basílica de Guadalupe, querías una cobertura especial del inicio de temporada. “Lo convencía a Pancho que sea el técnico de este año. Con él vos sabés que el ascenso está asegurado me dijiste y así fue.
Recuerdo cuando el año pasado luego del partido entre Agua y Nobleza, con lágrimas en los ojos me dijiste, perdoname Julián que esta vez te falle, pero no puedo hablar, porque si lo hago voy a decir
barbaridades.
Muchos que lean esto, no van a entender lo que quiero describir, porque les faltó un elemento fundamental: conocerte y saber que cada palabra tuya que tenía que ver con Agua y Energía o era rotunda alegría o profunda preocupación y tristeza. Incluso los eternos “papistas” dirán que está mal redactado. No me importa hoy ser perfecto desde lo semántico o desde lo sintáctico. Hoy solo intento plasmar en estos párrafos todo lo que fuiste en tu vida.
También sé que el pasarme data te trajo problemas alguna vez cuando "diste detalles del puntapié en el traste que le daba la dirigencia de Unión a tu hijo Carlitos"
Disculpame Juanca que no te fui a despedir, es algo que ya forma parte de mí. Quizás necedad de no aceptar que ya no estás. Pero no es sólo con vos, me pasa con todos aquellos que ocupan un lugar especial en mi corazón. Por todo lo que me brindaste desde que te conocí en el 99, hasta tus últimos chispazos en este 2014.
Agua está de duelo, la Liga está de duelo, todos aquellos que aman el fútbol como vos, deben estar de duelo. Chau Juanca por tantas cosas lindas y malas que compartimos. Gracias por haber sido parte de mi vida periodística, pero también de la personal también.
Julián Andrés Monzón
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