Que viva el fútbol

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lunes, 30 de abril de 2012

Boca 1 - Colon 0 Clausura 2012

Colón jugó mejor 11 contra 11 que 11 contra 9...
Se peleó con las matemáticas
No pudo aprovechar una circunstancia única e irrepetible para no perder en la Bombonera. Jugó de igual a igual y hasta por momentos mejor que Boca, pero le faltó serenidad y contundencia.

Enrique Cruz (h)
(Enviado Especial a Buenos Aires)
Silva hace la tijera y está por marcar el gol del triunfo.


El lamento habrá recorrido por cada uno de esos cuerpos que reposaban luego de un partido perdido en forma poco creíble. ¿Qué es lo que realmente importa, entonces?, ¿jugar bien o mejor que el rival, aunque se pierda?, ¿no perder, aunque se juegue mal? Es inevitable pensar que el fútbol tiene este tipo de dualidades, de sensaciones ambiguas. Muchos hinchas de Colón se habrán quedado “conformes” por lo que el equipo dio, en lo futbolístico, más allá de la derrota. Y otros se preguntarán por qué se perdió, qué errores se cometieron y hurgarán para encontrar responsabilidades propias y no virtudes ajenas. Es la eterna discusión que no tendrá fin ni admitirá ganadores o perdedores. Para muchos, el resultado está por encima de todo y no importa demasiado cómo se juegue; y otros -¿en proporción menor?- quedarán satisfechos si es que el equipo juega a algo o muestra una superación futbolera y un intento, al menos, por jugar bien.
Partiendo de una premisa muy personal (en fútbol, lo único absoluto es el resultado y todo lo demás es relativo), hay que creer que se gana, se empata o se pierde como consecuencia de algo. Y ese algo es el juego y las circunstancias que tiene este juego. ¿Cuáles fueron las diferencias entre Boca y Colón?, una sola y fundamental: Boca fue oportuno y aprovechó mejor las situaciones que tuvo a su favor. Convirtió un gol en una jugada que era ofensiva de Colón y terminó con la pelota en su arco; y luego se dedicó a defender bien la ventaja, muchas veces renunciando a la posibilidad de atacar.


En esta virtud de Boca, estuvo también el defecto de Colón. Con un hombre de más durante más de 45 minutos y con dos más en la parte final hasta que fue expulsado Moreno y Fabianesi, Colón no supo darle una terminación a lo que intentaba construir a partir de la tenencia de la pelota y el terreno. Es decir, mitad virtud de Boca y otra mitad convertida en defecto claro y ostensible del rival, que no supo concretar lo que insinuó. En este simple pero contundente detalle está la explicación de un resultado que tranquilamente pudo ser empate y nadie lo hubiese discutido.

¿Se equivocó con el cambio?
Mucho se hablará de la decisión que tomó Sensini de sacar a Mugni para poner a Prediger. ¿Se equivocó el técnico en cambiar a un equipo que venía jugando bien y logrando resultados?, la respuesta es negativa. ¿Por qué?, porque el planteo fue bueno y le dio resultados. Colón, mientras fueron 11 contra 11, jugó bien y mejor que Boca. Sensini paró el doble 5 con la idea de que uno de ellos se volcara por el sector izquierdo si se daba la subida de Franco Sosa. Entonces Caire trabajó más de marcador lateral que de volante, cuidándose de Ledesma. Y todo esto, Sensini lo hizo sosteniendo la idea de que Boca iba a inclinar el juego hacia el costado izquierdo de su ataque, tratando de aprovechar la subida de Clemente Rodríguez.


Entonces, la idea fue que Graciani jugase el mano a mano con el lateral izquierdo “xeneize”, que uno de los “5” lo respaldase y que Alcoba, por las dudas, quedara abierto por derecha, a sabiendas de que a su costado tenía una dupla central y no un líbero, como habría ocurrido en el caso de que se repitiera la línea de tres defensores que Colón venía utilizando hasta ayer.
Después, a la hora de atacar, Moreno y Fabianesi se liberó para jugar a espaldas de Erbes junto con Higuaín, quedando Fuertes como referencia de área metido entre los centrales. Colón tuvo mayor volumen de ataque por el lado de Graciani, pero también hubo alguna sorpresa por el otro costado, sobre todo en las apariciones de Caire, quien a medida que fue transcurriendo el partido empezó a adelantarse, para terminar jugando como wing derecho (cambió de punta cuando entró Luque).
Riquelme supera la marca de Bastía.

El resultado parece “condenar” a Sensini por el retoque que hizo con el equipo, pero la idea fue buena. Le faltó eficacia, mayor decisión y agresividad en los últimos 20 metros de la cancha y algo de serenidad para elegir el mejor camino de ataque. Se abusó del pelotazo o del centro a la “olla”, sin darse cuenta de que si algo favorece el sistema defensivo de Boca, con centrales de la talla de Schiavi, es precisamente el juego aéreo. Por abajo es cómo se dieron las jugadas más claras, o bien con ese remate de media distancia de Prediger que se estrelló en el palo.
Para colmo, justamente ese jugador que Sensini relegó al banco para modificar la estructura base del equipo (Lucas Mugni), fue quien dispuso, en el segundo tiempo, de dos situaciones muy claras: en una la tiró afuera y de derecha, y en la otra provocó una tapada magistral de Orión.


Que Boca tuvo coraje y capacidad para defender el resultado, es cierto; que Colón mostró ineptitud para concretar en la red rival y cierto desorden ofensivo cuando estuvo en superioridad numérica, también; pero convengamos algo: en el balance final del partido, Colón nunca fue menos que el rival y hasta lo pudo superar futbolísticamente cuando estaban iguales en cantidad de jugadores. Por eso, Colón estuvo peleado con las matemáticas en la Bombonera. Fue igual o más estando 11 contra 11; siguió siéndolo 11 contra 10 y 11 contra 9, pero terminó perdiendo por el oportunismo del rival y por la ineficacia propia.


SÍNTESIS
Boca 1
Colón 0
Cancha: Boca.
Árbitro: Federico Beligoy.
Boca: Orión; Franco Sosa, Schiavi, Insaurralde y Clemente Rodríguez; Ledesma, Erbes, Erviti y Riquelme; Cvitanich y Silva. A.S.: Sebastián Sosa. Estuvieron en el banco: Rivero, Chávez y Mouche. D.T.: Julio Falcioni.
Colón: Pozo; Alcoba, Garcé y Pellegrino; Graciani, Bastía, Prediger, Moreno y Fabianesi y Caire; Higuaín y Fuertes. A.S.: Marcos Díaz. Estuvieron en el banco: Barraza, Urribarri y Costa. D.T.: Roberto Néstor Sensini.
Gol: en el primer tiempo, a los 35 m Silva (B).
Cambios: en el primer tiempo, a los 40 m Caruzzo (B) por Cvitanich. En el segundo tiempo, a los 8 m Mugni (C) por Bastía; a los 20 m Luque (C) por Graciani; a los 32 m Leandro González (C) por Alcoba; a los 35 m Sánchez Miño (B) por Riquelme; a los 45 m Blandi (B) por Silva.
Incidencias: en el primer tiempo, a los 39 m fue expulsado Insaurralde (B). En el segundo tiempo, a los 35 m expulsado Clemente Rodríguez (B) y a los 50 m expulsado Moreno y Fabianesi (C).
Amonestados: en Colón, Leandro González, Alcoba, Bastía y Fuertes.

Empate
En el partido de reserva, Boca y Colón igualaron 1 a 1 en el partido jugado en Casa Amarilla bajo una intensa llovizna y bastante frío. El gol de Colón (golazo en realidad) fue marcado por Ismael Quilez. Los sabaleros formaron con: Bailo; Quilez, Leiva, Magnano y Aristarain; Exequiel Gómez, Marcos Fernández y Callejo; Meli; Curuchet y Alario. En Boca, entre otros, jugaron Sauro, Benavídez y Araujo, dirigidos por Oscar Sabino Regenhardt, el ex jugador de Unión en los ‘70 y ‘80.


7 años
Colón no le gana a Boca en la Bombonera desde hace siete años, cuando lo derrotó, en 2005, por 1 a 0 con gol de Moreno y Fabianesi. En la Bombonera, los sabaleros vencieron en cuatro ocasiones. Dos de ellas se dieron en la década del ‘70 y la restante en la temporada ‘96-’97, cuando el equipo de Francisco Ferraro venció por 3 a 2, el día que debutaron Aquino y Castagno Suárez en el conjunto sabalero.


Diario El Litoral 



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