La gente de Newell’s tuvo una noche especial, con la celebración y un merecido reconocimiento para un pilar fundamental del club: Miguel Franconieri.
Foto: Pablo Aguirre
Foto: Pablo Aguirre
Conmemoró 30 años de la inauguración de su estadio
Newell’s y un festejo especial
Con un presente en pleno crecimiento, el rojinegro de barrio Roma se hizo un momento para compartir con viejos y actuales colaboradores un hecho trascendente para la entidad: un nuevo aniversario de su cancha principal.
Newell’s y un festejo especial
Con un presente en pleno crecimiento, el rojinegro de barrio Roma se hizo un momento para compartir con viejos y actuales colaboradores un hecho trascendente para la entidad: un nuevo aniversario de su cancha principal.
Los clubes de barrio se construyen con el esfuerzo de todos los vecinos. Son ellos los que aportan su tiempo y dedicación para mejorar la infraestructura de la entidad que nuclea principalmente a los chicos de la zona, dándoles un lugar adonde desarrollar actividades deportivas, alejándolos de los peligros de la calle y formándolos como personas con valores ponderables.
Una de esas entidades es Newell’s Old Boys, que desde el barrio Roma se constituye como centro de contención para una zona importante de la ciudad, que también abarca a barrio Santa Rosa de Lima y parque Garay, entre otros. En los últimos años, el club de la V negra ha crecido en forma sostenida, con la construcción de una destacada infraestructura, como son: la renovación de los vestuarios, tribunas para jugar certámenes regionales, canchas de fútbol auxiliares y del salón de usos múltiples, y la perla: una pileta de natación, para el disfrute de los pequeños en el verano, en el marco de la colonia de vacaciones.
Pero todo esto no fue motivo para olvidarse de los comienzos, de aquellos tiempos difíciles en los cuales se dieron los primeros pasos. Por eso, ayer se recordaron los 30 años de la inauguración del estadio principal, con el descubrimiento de una placa en homenaje a Miguel Franconieri, el fundador y presidente de la comisión directiva de aquella época. Un gesto merecido para un hombre de empuje y creencias sólidas, que supo llevar adelante su sueño del club para el barrio.
Una de esas entidades es Newell’s Old Boys, que desde el barrio Roma se constituye como centro de contención para una zona importante de la ciudad, que también abarca a barrio Santa Rosa de Lima y parque Garay, entre otros. En los últimos años, el club de la V negra ha crecido en forma sostenida, con la construcción de una destacada infraestructura, como son: la renovación de los vestuarios, tribunas para jugar certámenes regionales, canchas de fútbol auxiliares y del salón de usos múltiples, y la perla: una pileta de natación, para el disfrute de los pequeños en el verano, en el marco de la colonia de vacaciones.
Pero todo esto no fue motivo para olvidarse de los comienzos, de aquellos tiempos difíciles en los cuales se dieron los primeros pasos. Por eso, ayer se recordaron los 30 años de la inauguración del estadio principal, con el descubrimiento de una placa en homenaje a Miguel Franconieri, el fundador y presidente de la comisión directiva de aquella época. Un gesto merecido para un hombre de empuje y creencias sólidas, que supo llevar adelante su sueño del club para el barrio.
El recuerdo
José Luis Franconieri, hijo de Miguel, fue uno de los presentes en el acto, que se cerró con un partido de fútbol y una cena de camaradería entre todos los allegados a Newell’s.
—Debe ser algo especial en lo personal conmemorar un nuevo aniversario del estadio.
—Sí, porque aparte descubrieron una placa en nombre de mi viejo, que fue un socio fundador del club, que estuvo más de 30 años seguidos como presidente y ver todo esto que se cristalizó después de tanto luchar, desde que conseguimos en el año “70 la cancha, fue emocionante. Mi viejo estaría feliz, sobre todo porque este club fue la vida para él. Mucho fanatismo con esto, que se hace siempre de corazón, en el amateurismo.
—El nombre de Miguel Franconieri está identificado en el estadio, pero mucha gente no sabe los fundamentos.
—Mi padre fue socio fundador del club. Él tenía 16 años y firmó el acta mi abuelo, porque mi padre era menor. Mi viejo estuvo en toda la época de crecimiento del club, e incluso el club se fundó en mi casa, que es acá enfrente. La familia Franconieri estuvo siempre comprometida, y también mi hermano, que falleció de joven, fue director técnico. Yo jugué y luego estuve también como directivo. Todos hemos hecho de todo en Newell’s y así fue creciendo, acompañados por supuesto de muchas otras personas. Son cientos de personas que uno no quiere nombrar porque corre el riesgo de olvidarse de alguien. Es toda una vida familiar, con decirte que al decir que soy Franconieri, lo primero que me preguntan es por Newell’s.
—Hoy en día ya nadie discute el crecimiento institucional que ha tenido el club.
—Eso sin lugar a dudas. Hubo años de mucha pobreza, pero así y todo el club se mantuvo cuando mi viejo era presidente. Después vino el mandato de Sosa y, pese a que sólo estuvo un año, el club siguió adelante. Luego llegó el “Bocha” Zanutigh, que puso mucha plata en ese tiempo, pero manejábamos pobreza. Hasta que en 2002 ó 2003 se produjo un quiebre, cuando entró gente joven, una comisión nueva con empuje y con contactos, no sólo para conseguir espónsores, sino también con contactos políticos y así se logró esto que es hoy Newell’s.
—Faltaría un campeonato, ¿no?
—La verdad que eso es algo que demora en llegar. Hemos tenido grandes equipos, viendo figuras como Rubén Falcón, el “Bibi” Salas o el “Cabezón” Meza, que hoy están aquí. Realmente tuvimos verdaderos equipazos. Pero nunca hemos salido campeones, hemos tenido sí subcampeonatos, pero con el correr del tiempo creo que lo vamos a lograr.
—¿Alguna anécdota familiar vinculada con el club?
—Te puedo contar una muy particular. Mi viejo, ya muy enfermo, me pidió que yo nunca sea presidente. Fue una promesa que cumplí, pero que a su vez no me impidió ser parte de la directiva y colaborar con el club desde otros lugares.
José Luis Franconieri, hijo de Miguel, fue uno de los presentes en el acto, que se cerró con un partido de fútbol y una cena de camaradería entre todos los allegados a Newell’s.
—Debe ser algo especial en lo personal conmemorar un nuevo aniversario del estadio.
—Sí, porque aparte descubrieron una placa en nombre de mi viejo, que fue un socio fundador del club, que estuvo más de 30 años seguidos como presidente y ver todo esto que se cristalizó después de tanto luchar, desde que conseguimos en el año “70 la cancha, fue emocionante. Mi viejo estaría feliz, sobre todo porque este club fue la vida para él. Mucho fanatismo con esto, que se hace siempre de corazón, en el amateurismo.
—El nombre de Miguel Franconieri está identificado en el estadio, pero mucha gente no sabe los fundamentos.
—Mi padre fue socio fundador del club. Él tenía 16 años y firmó el acta mi abuelo, porque mi padre era menor. Mi viejo estuvo en toda la época de crecimiento del club, e incluso el club se fundó en mi casa, que es acá enfrente. La familia Franconieri estuvo siempre comprometida, y también mi hermano, que falleció de joven, fue director técnico. Yo jugué y luego estuve también como directivo. Todos hemos hecho de todo en Newell’s y así fue creciendo, acompañados por supuesto de muchas otras personas. Son cientos de personas que uno no quiere nombrar porque corre el riesgo de olvidarse de alguien. Es toda una vida familiar, con decirte que al decir que soy Franconieri, lo primero que me preguntan es por Newell’s.
—Hoy en día ya nadie discute el crecimiento institucional que ha tenido el club.
—Eso sin lugar a dudas. Hubo años de mucha pobreza, pero así y todo el club se mantuvo cuando mi viejo era presidente. Después vino el mandato de Sosa y, pese a que sólo estuvo un año, el club siguió adelante. Luego llegó el “Bocha” Zanutigh, que puso mucha plata en ese tiempo, pero manejábamos pobreza. Hasta que en 2002 ó 2003 se produjo un quiebre, cuando entró gente joven, una comisión nueva con empuje y con contactos, no sólo para conseguir espónsores, sino también con contactos políticos y así se logró esto que es hoy Newell’s.
—Faltaría un campeonato, ¿no?
—La verdad que eso es algo que demora en llegar. Hemos tenido grandes equipos, viendo figuras como Rubén Falcón, el “Bibi” Salas o el “Cabezón” Meza, que hoy están aquí. Realmente tuvimos verdaderos equipazos. Pero nunca hemos salido campeones, hemos tenido sí subcampeonatos, pero con el correr del tiempo creo que lo vamos a lograr.
—¿Alguna anécdota familiar vinculada con el club?
—Te puedo contar una muy particular. Mi viejo, ya muy enfermo, me pidió que yo nunca sea presidente. Fue una promesa que cumplí, pero que a su vez no me impidió ser parte de la directiva y colaborar con el club desde otros lugares.
La voz actual
El presidente de Newell’s, Hugo Rodríguez, también hizo referencia al momento de festejo que se vivió en Mendoza al 4000. “La idea partió de los muchachos de aquella época. Se encargaron de todo, con el apoyo de la comisión, pero este festejo lo organizaron ellos. Salió muy bien, invitaron a la gente de Santa Paula y esto es lo que Newell’s busca: acercar a la gente y en este caso con una cena de camaradería, luego de un partido”.
—Con el crecimiento actual dan más un aspecto de club social que de club de fútbol.
—Ésa es la intención. Sobre todo acercar a las mujeres. Éste es un club donde las mujeres no existían. Ahora, con la pileta y con el gimnasio, las mujeres comenzaron a venir el club.
—¿Qué más brindan a la sociedad aparte del fútbol?
—Hay una actividad fundamental: acá, de mañana y durante todo el año, vienen 8 escuelas. Inclusive, tenemos un arreglo con la escuela de las hermanas del Sagrado Corazón, a quienes les prestamos parte de las instalaciones y, cuando llueve, ellos nos prestan el gimnasio, para que nuestros jugadores puedan hacer actividad, sobre todo la primera y reserva, que son las que a veces no se suspenden. Acá vienen 7 escuelas, más el instituto de educación física de la provincia. Nosotros tenemos un predio y un club abierto a la sociedad.
El presidente de Newell’s, Hugo Rodríguez, también hizo referencia al momento de festejo que se vivió en Mendoza al 4000. “La idea partió de los muchachos de aquella época. Se encargaron de todo, con el apoyo de la comisión, pero este festejo lo organizaron ellos. Salió muy bien, invitaron a la gente de Santa Paula y esto es lo que Newell’s busca: acercar a la gente y en este caso con una cena de camaradería, luego de un partido”.
—Con el crecimiento actual dan más un aspecto de club social que de club de fútbol.
—Ésa es la intención. Sobre todo acercar a las mujeres. Éste es un club donde las mujeres no existían. Ahora, con la pileta y con el gimnasio, las mujeres comenzaron a venir el club.
—¿Qué más brindan a la sociedad aparte del fútbol?
—Hay una actividad fundamental: acá, de mañana y durante todo el año, vienen 8 escuelas. Inclusive, tenemos un arreglo con la escuela de las hermanas del Sagrado Corazón, a quienes les prestamos parte de las instalaciones y, cuando llueve, ellos nos prestan el gimnasio, para que nuestros jugadores puedan hacer actividad, sobre todo la primera y reserva, que son las que a veces no se suspenden. Acá vienen 7 escuelas, más el instituto de educación física de la provincia. Nosotros tenemos un predio y un club abierto a la sociedad.
///
EL DATO
El partido de fútbol.
La perla del festejo fue el encuentro de fútbol entre los mismos rivales de hace 30 años: Newell’s y Santa Paula de Gálvez. Como la primera vez, el resultado del partido fue 2 a 1 a favor de la visita. Ayer, los que estuvieron de un lado y de otro fueron, por Newell’s: Mario Perri, Emilio Venetz, Luis Franco, Jorge Rodríguez, Ricardo Zanutig, Rubén Salas, Jorge Mudallel, Luis Cáceres, Daniel Meza. Miguel Busca, Fermín Leguizamón, Marcelo Portero, Luis Maldonado, Hugo Maldonado, Julio Ledesma, Luis Almitrani, Sergio Torres, Luis Bonelli, Miguel Franco, Rubén Caporizzo y Morzán. Por Santa Paula: Eduardo Verrino, Víctor Zeballos, Omar Rodríguez, Marcelo Sánchez, Ricardo Delmonte, Guido Bagilet, Guillermo Gaitán, Daniel Fabro, Roberto Sotocorno, Ricardo Costagrande, Mauricio Re, Alejandro Porta, Gustavo Gómez, Javier Sánchez y el técnico de aquel primer partido, Mario Rubén Vázquez.
EL DATO
El partido de fútbol.
La perla del festejo fue el encuentro de fútbol entre los mismos rivales de hace 30 años: Newell’s y Santa Paula de Gálvez. Como la primera vez, el resultado del partido fue 2 a 1 a favor de la visita. Ayer, los que estuvieron de un lado y de otro fueron, por Newell’s: Mario Perri, Emilio Venetz, Luis Franco, Jorge Rodríguez, Ricardo Zanutig, Rubén Salas, Jorge Mudallel, Luis Cáceres, Daniel Meza. Miguel Busca, Fermín Leguizamón, Marcelo Portero, Luis Maldonado, Hugo Maldonado, Julio Ledesma, Luis Almitrani, Sergio Torres, Luis Bonelli, Miguel Franco, Rubén Caporizzo y Morzán. Por Santa Paula: Eduardo Verrino, Víctor Zeballos, Omar Rodríguez, Marcelo Sánchez, Ricardo Delmonte, Guido Bagilet, Guillermo Gaitán, Daniel Fabro, Roberto Sotocorno, Ricardo Costagrande, Mauricio Re, Alejandro Porta, Gustavo Gómez, Javier Sánchez y el técnico de aquel primer partido, Mario Rubén Vázquez.
-
Diario El Litoral
-
No hay comentarios:
Publicar un comentario