Que viva el fútbol

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miércoles, 24 de diciembre de 2008

Una entrevista sin desperdicio

Ricardo Bertona es el técnico del año en la Liga Santafesina de Fútbol. Logró el ascenso con Nuevo Horizonte y tuvo su reconocimiento.
Foto: Guillermo Di Salvatore

Ricardo Bertona, el DT de Nuevo Horizonte
Se retiró con todos los laureles
El técnico que le dio el histórico ascenso a Nuevo Horizonte anunció que abandona la actividad. Explicó sus fundamentos y recordó una vida entera ligada al fútbol.

Julián Monzón

Aún en plena vuelta olímpica, cuando muchos se acercaron a felicitarlo, Ricardo Bertona anunció algo que ya venía anticipando: deja la conducción técnica, para disfrutar junto a su esposa de la casa que está construyendo en las inmediaciones de la ciudad de Córdoba. Sincero, frontal, como lo fue toda su vida, habla de todos los temas.
—¿Sos conciente de lo que lograste con el equipo?
—Yo creo que demoré un poco en tomar conciencia. Porque después del partido yo viajé y a veces cuando uno está afuera se olvida de muchas cosas. Pero me estoy dando cuenta, porque me lo hace sentir la gente en la calle y me lo hizo sentir mi barrio.
Recuerdo que charlamos a principios de año, y te dije que agarrabas un hierro caliente, sobre todo por el tema del descenso. ¿Qué tenés para decir ahora?
—El primer objetivo eran esos 19 puntos que nos llevaba Atenas. Porque no pensábamos en Agua y porque creíamos que Agua y Energía iba a sacar más puntos. Esa desventaja nos obligó a salir a jugar cada partido como una final, y a hacer línea de tres e ir al frente. Gracias a Dios se nos dio.
—¿Dónde estuvo la clave del equipo?
En encontrar los jugadores apropiados. Franco, Alcober, Álvarez, que hizo un gran sacrificio todo el año porque es de Santa Rosa de Calchines, y Matías González que fue la gran figura del torneo. Después, la humildad y la voluntad de trabajar del resto. Antes que terminara el primer torneo nos quedamos sin profe. Pero le estoy eternamente agradecido a “Caña” Velásquez, porque él también hizo al grupo. No había dinero para buscar otro profe y entre mi hijo y José Benítez, que es un colega tuyo, seguimos adelante. El grupo se hizo cada vez más fuerte, fundamentalmente por el apoyo que los mayores le dieron a los más chicos, y eso creo que nos llevó al éxito.
—Cuando estabas de rodillas llorando, ¿de quién te acordaste?
—En ese momento uno se acuerda de muchísimas cosas, de las buenas y de las malas que pasan en el fútbol. Primero pensé mucho en mi familia, sobre todo en mi mujer que me aguantó siempre, en mi hijo que me acompañó y fue uno de los que me llevó al club, junto con los dirigentes. Sinceramente, creí que me descomponía por todo eso.
—¿Sigue firme la decisión de abandonar el juego? ¿Por qué la tomaste?
—Era algo que ya tenía decidido; es más, era una decisión que había tomado cuando dejé de dirigir en Nobleza. En ese tiempo, tuve ofertas no sólo de acá, sino también de la Liga Esperancina. Se lo había prometido a mi señora, pero el hombre también afloja. En este año, cuando se venían las malas y yo quería dejar, mi señora, que era quien quería que yo dejara el fútbol, me apoyó siempre para seguir adelante.
—¿Cuántos años fuiste jugador y luego entrenador en la Liga Santafesina?
—Yo arranqué en Sportivo Guadalupe con 17 años, así que más o menos fue en el año 63. Jugué casi 8 temporadas, después en Atenas también y en ligas de la provincia, hasta que a los 45 me retiré, cuando estaba en la liga de la costa.
—¿Algún compañero que recuerdes?
—Yo fui amigo de “Huguito” Villarroel, del “Bambi” Aráoz y de muchos muchachos más. Inclusive, tuve la posibilidad de seguir escalando en el fútbol. Pero en mi familia estábamos mal económicamente, porque desgraciadamente faltaba mi papá y mi hermano estaba en la colimba, que antes eso era terrible, porque pasabas un año y medio adentro. Entonces eso no me permitió llegar, pero al vicio nunca lo dejé. Yo jugaba en lo que era la Federación, con muchos que lograron triunfar, como por ejemplo Victorio Nicolás Cocco, o un fenómeno como era el peruano Flores. Pasa que yo soy de perfil bajo y no soy de comentar estas cosas. Pero como ahora me preguntaste, contesto.
—César Bergamini dijo que Ricardo Bertona fue un puntal muy grande en la estructuración futbolística de La PeOeste. ¿Qué sensación te da rla del ese reconocimiento?
—Es algo muy lindo. Si yo me fui de La Perla no fue por Bergamini, sino por otra persona. Aparte, yo no me olvido de lo que él dijo cuando salieron campeones en cancha de Sanjustino el año pasado, que mucho fue gracias a Bertona. Esas cosas son lindas, porque ese día me llamó mi amigo Oscar Aguirre y me dijo que no es fácil que un dirigente en un momento como ése, se acuerde de los que ya no están.


Por amor al fútbol
Un técnico de pasión futbolera
El tiempo se estaba agotando y Bertona no paraba de contar parte de su vida.
—¿Por qué nunca te recibiste de técnico?
—Por vago, porque tuve compañeros que siempre me decían que tenía que hacerlo. Hoy todos ellos son técnicos. El “Negro” Sauco, Oscar Aguirre, o “Grillo” Monteverde. Antes era más fácil, porque ahora se incorporan cosas nuevas como la psicología, que es importantísima en el fútbol. Pero tengo mucho vestuario y eso lo aprovecho al máximo. Además de haber aprendido de muchos técnicos que yo tuve. Eladio Rosso, por ejemplo, que sin ser técnico, te marcaba las cosas como eran. Otro fue Agustín Broin, en Atenas, o en Nobleza, Carlos López o Gustavo Brand. Y si algo le tengo que agradecer al “Flaco” Tobaldo es que traté de agarrar todo lo bueno de él.
—¿Por qué tan firme la decisión de retirarte, si antes la habías tomado y volviste a la actividad?
—Bueno, mi idea empezó a ser más fuerte después de ese disturbio que viví en San Javier, el día que agredieron al árbitro. Creo que nadie se enteró de que yo recibí un golpe muy fuerte, e incluso mi señora quería que lo denuncie, pero yo me la aguanté. Pero vine mal, porque me quedé pensando que si llegamos a estas cosas, no sé a dónde vamos a ir a parar. Porque acá nadie gana un mango, sino que al contrario, muchas veces terminamos poniendo de nuestros bolsillos. Ahí quise dejar y la verdad es que gracias a mi señora pude seguir hasta fin de año.
—El propio López reconoció que saliste a defenderlo.
—Sí y te digo más, estábamos muy disgustados con su labor, pero a una persona no se le pega de esa manera.
—¿El fútbol te quitó tiempo que hoy querés recuperar?
—No, al contrario, el fútbol a mí me dio muchos amigos y tengo la suerte de que mi señora siempre me acompañó. Así que estoy agradecido al fútbol porque me hizo feliz toda la vida.
—¿Te imaginás la vida sin fútbol?
—Va a ser difícil. Estos días sin ir al club fueron difíciles, y por momentos me moría de ganas de ir. Pero bueno, no tengas dudas de que cuando esté en Santa Fe y haya un partido de liga, voy a ir a verlo. Porque a Colón y Unión hace rato que ya dejé de verlos, y en la liga todavía se encuentra la alegría y la piel de lo que es un jugador de fútbol, porque lo hacen por nada.

55
Puntos consagratorios
Es la cantidad de puntos que consiguió Nuevo Horizonte en la temporada 2008, siendo el segundo en la tabla general de la Liga Santafesina de Fútbol.

EL DATO
Finales con historia
.
Nuevo Horizonte jugó cuatro finales a lo largo de su historia en la Liga Santafesina. Anteriormente había perdido con La Salle y Newell’s (ambas en el 2001) y Deportivo Nobleza (2005).


Diario El Litoral

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