Colón no tiene recesión: hasta los empates cotizan
En una semana que se presentaba brava, sacó 7 puntos sobre 9. Ahora tiene 18 y el objetivo de los 25 es posible: debe sacar 7 sobre 18 que faltan jugarse.
Enrique Cruz (h)(Enviado Especial a Tucumán)
Se habían elaborado presagios negativos antes del inicio de esta serie de tres partidos. Colón venía de dos derrotas consecutivas y hacía siete fechas que no ganaba. Debió tomar cartas en el asunto la propia dirigencia, yendo al predio a hablar con Mohamed después de un entrenamiento y en la semana previa al partido con Vélez, no sólo para ver qué estaba pasando sino, fundamentalmente, para respaldar el trabajo del entrenador y para decirle que lo hiciera tranquilo. ¿Ratificación de confianza?, puede ser. En todo caso, Mohamed es uno más dentro del universo de técnicos que trabajando mucho, regular o poco, dependen de una sola cosa: los resultados. Si el equipo seguía perdiendo, a Mohamed le iban a caber las generales de la ley. Él mismo lo sabe y fue el primero en darse cuenta, inclusive haciéndolo notar en sus declaraciones.
La dirigencia, como nunca, pretendía ponerle su propio granito de arena al esfuerzo de los jugadores y el cuerpo técnico, dando evidentes signos de confianza y convicción. Más todavía: la sensación era que Lerche y su gente esperaban la llegada de los marcadores favorables para que a Mohamed ni siquiera lo roce el implacable designio de los resultados, que son los que acaban cualquier tipo de proyectos en el fútbol, desde el más ambicioso hasta el menos pretensioso.
Convengamos que eran muy pocos los que apostaban a que se iban a conseguir tan buenos resultados. Si al hincha de Colón se le aseguraban 5 puntos sobre 9 (ganar el único partido de local y empatar los dos de visitante), firmaba ahí mismo. Por eso, los 7 sobre 9 que coronaron una semana por demás de positiva, no hacen más que refrendar el esfuerzo que todos pusieron para revertir una situación que no era fácil hace ocho días.
Colón ganó jugando muy bien el partido con Vélez; luego, produjo una actuación eficaz y contundente ante Argentinos Juniors, que se revaloriza ahora por la inesperada victoria de los Bichos ante Tigre, el equipo sensación del torneo, y anoche, Colón se llevó un punto de la colmada Ciudadela que se cotiza tanto como si se tratase de una victoria. Así, Colón cerró exitosamente una semana que, para algunos, podía significar el fin de un proceso. Pero se nota que había mucha convicción en todos para salir adelante. Y hoy, el hincha de Colón y la dirigencia respiran aliviados, no sólo por lo que se sumó, sino porque retempló su espíritu un cuerpo técnico al que quieren mantener hasta el 2010, señal inequívoca del convencimiento que existe, no sólo por lo que Mohamed puede dar en lo inmediato, sino porque Colón ha encontrado un técnico capaz de inyectar confianza en los pibes del club que ya están ganándose lugares de privilegio en forma acelerada.
El peor de los tres
Sin jugar mal, el de anoche fue el peor de la serie de tres. Pero era lógico suponer que iba a resultar complicado mantener el nivel casi de excelencia que se vio en los otros dos partidos. ¿Qué equipo mete 8 goles en dos partidos?, ¿quién gana por tres goles de diferencia con la autoridad que lo hizo Colón?, ¿quién mete cuatro figuras de 8 puntos en un partido y otra de 9 puntos en el siguiente?, ¿qué equipo tiene un jugador capaz de meter tres goles en un partido? Está visto que, ante Vélez y Argentinos, Colón se regocijó con actuaciones que son difíciles de imitar, sobre todo cuando se juega tan seguido.
Y el de anoche fue un partido diferente, en una cancha que estaba mala, ante un rival que sabe lo que hace y aun admitiendo que a Colón se le dio una circunstancia sumamente propicia: a los 5 minutos ya ganaba con el gol del Bichi Fuertes (brillante pase de Lucas Acosta y perfecta definición del goleador).
Repito, por si vale la aclaración, que Colón no jugó mal. Pero fue evidente que el equipo sintió el desgaste de los otros dos partidos, porque físicamente no sólo que la respuesta fue distinta, sino que, además, San Martín demostró haber llegado con más resto físico que Colón.
Por eso, en algún pasaje del partido se observaba a un Colón que regulaba, que no quería ni le preocupaba armar un partido de ida y vuelta como el que, por ejemplo, propuso en Buenos Aires ante Vélez. Si se podía demorar, se demoraba; si se podía enfriar, se enfriaba. Y así, Colón consiguió llevarlo a San Martín hacia ese terreno. Y logró, además, que la defensa Äen la que otra vez el mejor fue Ariel GarcéÄ, no se encontrara con sorpresas o mal parada ante un ataque del rival.
Cuando, con el partido 1-0 a favor, Mohamed tuvo que hacer un cambio obligado y prematuro (el de Rivarola), tenía tres alternativas en el banco: metía a Chitzzof y corría a Falcón hacia el medio; colocaba a Alfredo Ramírez o jugaba con Prediger. Se inclinó por esta última, seguramente sabiendo que era, de los "5", el de mayor capacidad de marca. Y además, que impedía así el corrimiento de Falcón, que ya empezaba a jugar su propio partido en el ida y vuelta con el inquieto Leone.
Corrió más el medio de San Martín
Una de las grandes diferencias estuvo en el despliegue que hubo en el mediocampo. Corrió más el de San Martín y por eso tuvo más la pelota. Es cierto, y lo dijo el Turco después del partido, que en cantidad y calidad de situaciones estuvieron parejos. Pero en volumen de juego o tenencia de pelota, San Martín fue más que Colón y en eso tuvieron mucho que ver los mediocampistas (sobre todo Cantero, Leone y Patricio Pérez).
Lo bueno de Colón es que nunca resignó la búsqueda de los tres puntos. La prueba más clara la dio el técnico con los cambios: se fue Lucas Acosta pero entró Valdemarín; se fue Ramírez pero entró Sciorilli. Siempre se atacó con tres hombres de neto corte ofensivo. Y algo de eso dijo el Turco después del partido: "Pensé que al partido lo podíamos ganar". Es cierto, Colón lo podía ganar, pero también se podía dar el resultado inverso. Por eso, el reparto de puntos no está del todo mal.
Más certezas que dudas
Hasta en esto se produjo un cambio radical de situaciones. Hace ocho días, Colón planteaba más dudas que certezas. ¿Jugar con 3 o con 4 atrás?, ¿Falcón afuera o adentro?, ¿y Oyola?, ¿con enganche o sin enganche?, ¿Tito Ramírez titular o suplente? Sin embargo, la semana fue tan prolífica en novedades positivas, que hasta modificó el diagnóstico. Hoy en Colón se habla de muchas certezas y algunas pocas dudas que pueden estar rondando por la cabeza del técnico.
Entre las certezas, uno puede mencionar: 1) con Garcé en el equipo, se puede jugar tranquilamente con línea de tres; 2) con este nivel de Lucas Acosta y con la alternativa de Sciorilli, se puede y hasta debe jugar con enganche; 3) hoy, los delanteros de Colón deben ser Fuertes y Rubén Ramírez.
Las dudas son pocas y algunas se presentan ante la disyuntiva de elegir entre dos o más de buenos rendimientos. Por ejemplo, para ejercer el trabajo de doble contención en el medio, Mohamed tiene a Capurro, Alfredo Ramírez, Prediger y Rivarola. Estando todos bien, podría decirse que los dos titulares (por antigüedad), son los que arrancaron anoche en Tucumán. Pero, ¿no se ha ganado Alfredo Ramírez la confianza de Mohamed con lo que está haciendo?, ¿no es Prediger una buena alternativa de recuperación cuando hay un jugador complicado y desequilibrante como Patricio Pérez en el rival?
Así, con 18 puntos faltando aún seis partidos por jugarse, disfrutando de una buena semana y con una respuesta futbolística que ha mejorado notoriamente (sobre todo ante Vélez y Argentinos), Colón siente que el objetivo de llegar a 25 puntos en este torneo es absolutamente realizable. Tanto, que el Turco se animó a decir después del partido: "Vamos a terminar arriba".
Bien con Favale.
Viene bien la mano para Colón con el árbitro Gabriel Favale, que fue muy insultado por la gente de San Martín. En carácter de visitante, Colón nunca perdió con este árbitro. La racha es de 3 victorias y 6 empates sobre 9 partidos.
Buena compañía.
Más de 200 hinchas sabaleros estuvieron presentes en el estadio de la Ciudadela tucumana dándole apoyo y aliento al equipo. En la zona de plateas se observó a Horacio Darrás y Patricio Fleming, los infaltables ex dirigentes que siguen a Colón a todas partes, además de Germán Lerche, el titular sabalero que viajó con la delegación. Un detalle curioso: la policía tucumana sacó rápidamente del estadio a la hinchada de Colón, que se fue 5 minutos antes del final del partido. Algunos, inclusive, ni siquiera vieron el cabezazo de Oyola que casi termina adentro del arco de Gutiérrez.
La dirigencia, como nunca, pretendía ponerle su propio granito de arena al esfuerzo de los jugadores y el cuerpo técnico, dando evidentes signos de confianza y convicción. Más todavía: la sensación era que Lerche y su gente esperaban la llegada de los marcadores favorables para que a Mohamed ni siquiera lo roce el implacable designio de los resultados, que son los que acaban cualquier tipo de proyectos en el fútbol, desde el más ambicioso hasta el menos pretensioso.
Convengamos que eran muy pocos los que apostaban a que se iban a conseguir tan buenos resultados. Si al hincha de Colón se le aseguraban 5 puntos sobre 9 (ganar el único partido de local y empatar los dos de visitante), firmaba ahí mismo. Por eso, los 7 sobre 9 que coronaron una semana por demás de positiva, no hacen más que refrendar el esfuerzo que todos pusieron para revertir una situación que no era fácil hace ocho días.
Colón ganó jugando muy bien el partido con Vélez; luego, produjo una actuación eficaz y contundente ante Argentinos Juniors, que se revaloriza ahora por la inesperada victoria de los Bichos ante Tigre, el equipo sensación del torneo, y anoche, Colón se llevó un punto de la colmada Ciudadela que se cotiza tanto como si se tratase de una victoria. Así, Colón cerró exitosamente una semana que, para algunos, podía significar el fin de un proceso. Pero se nota que había mucha convicción en todos para salir adelante. Y hoy, el hincha de Colón y la dirigencia respiran aliviados, no sólo por lo que se sumó, sino porque retempló su espíritu un cuerpo técnico al que quieren mantener hasta el 2010, señal inequívoca del convencimiento que existe, no sólo por lo que Mohamed puede dar en lo inmediato, sino porque Colón ha encontrado un técnico capaz de inyectar confianza en los pibes del club que ya están ganándose lugares de privilegio en forma acelerada.
El peor de los tres
Sin jugar mal, el de anoche fue el peor de la serie de tres. Pero era lógico suponer que iba a resultar complicado mantener el nivel casi de excelencia que se vio en los otros dos partidos. ¿Qué equipo mete 8 goles en dos partidos?, ¿quién gana por tres goles de diferencia con la autoridad que lo hizo Colón?, ¿quién mete cuatro figuras de 8 puntos en un partido y otra de 9 puntos en el siguiente?, ¿qué equipo tiene un jugador capaz de meter tres goles en un partido? Está visto que, ante Vélez y Argentinos, Colón se regocijó con actuaciones que son difíciles de imitar, sobre todo cuando se juega tan seguido.
Y el de anoche fue un partido diferente, en una cancha que estaba mala, ante un rival que sabe lo que hace y aun admitiendo que a Colón se le dio una circunstancia sumamente propicia: a los 5 minutos ya ganaba con el gol del Bichi Fuertes (brillante pase de Lucas Acosta y perfecta definición del goleador).
Repito, por si vale la aclaración, que Colón no jugó mal. Pero fue evidente que el equipo sintió el desgaste de los otros dos partidos, porque físicamente no sólo que la respuesta fue distinta, sino que, además, San Martín demostró haber llegado con más resto físico que Colón.
Por eso, en algún pasaje del partido se observaba a un Colón que regulaba, que no quería ni le preocupaba armar un partido de ida y vuelta como el que, por ejemplo, propuso en Buenos Aires ante Vélez. Si se podía demorar, se demoraba; si se podía enfriar, se enfriaba. Y así, Colón consiguió llevarlo a San Martín hacia ese terreno. Y logró, además, que la defensa Äen la que otra vez el mejor fue Ariel GarcéÄ, no se encontrara con sorpresas o mal parada ante un ataque del rival.
Cuando, con el partido 1-0 a favor, Mohamed tuvo que hacer un cambio obligado y prematuro (el de Rivarola), tenía tres alternativas en el banco: metía a Chitzzof y corría a Falcón hacia el medio; colocaba a Alfredo Ramírez o jugaba con Prediger. Se inclinó por esta última, seguramente sabiendo que era, de los "5", el de mayor capacidad de marca. Y además, que impedía así el corrimiento de Falcón, que ya empezaba a jugar su propio partido en el ida y vuelta con el inquieto Leone.
Corrió más el medio de San Martín
Una de las grandes diferencias estuvo en el despliegue que hubo en el mediocampo. Corrió más el de San Martín y por eso tuvo más la pelota. Es cierto, y lo dijo el Turco después del partido, que en cantidad y calidad de situaciones estuvieron parejos. Pero en volumen de juego o tenencia de pelota, San Martín fue más que Colón y en eso tuvieron mucho que ver los mediocampistas (sobre todo Cantero, Leone y Patricio Pérez).
Lo bueno de Colón es que nunca resignó la búsqueda de los tres puntos. La prueba más clara la dio el técnico con los cambios: se fue Lucas Acosta pero entró Valdemarín; se fue Ramírez pero entró Sciorilli. Siempre se atacó con tres hombres de neto corte ofensivo. Y algo de eso dijo el Turco después del partido: "Pensé que al partido lo podíamos ganar". Es cierto, Colón lo podía ganar, pero también se podía dar el resultado inverso. Por eso, el reparto de puntos no está del todo mal.
Más certezas que dudas
Hasta en esto se produjo un cambio radical de situaciones. Hace ocho días, Colón planteaba más dudas que certezas. ¿Jugar con 3 o con 4 atrás?, ¿Falcón afuera o adentro?, ¿y Oyola?, ¿con enganche o sin enganche?, ¿Tito Ramírez titular o suplente? Sin embargo, la semana fue tan prolífica en novedades positivas, que hasta modificó el diagnóstico. Hoy en Colón se habla de muchas certezas y algunas pocas dudas que pueden estar rondando por la cabeza del técnico.
Entre las certezas, uno puede mencionar: 1) con Garcé en el equipo, se puede jugar tranquilamente con línea de tres; 2) con este nivel de Lucas Acosta y con la alternativa de Sciorilli, se puede y hasta debe jugar con enganche; 3) hoy, los delanteros de Colón deben ser Fuertes y Rubén Ramírez.
Las dudas son pocas y algunas se presentan ante la disyuntiva de elegir entre dos o más de buenos rendimientos. Por ejemplo, para ejercer el trabajo de doble contención en el medio, Mohamed tiene a Capurro, Alfredo Ramírez, Prediger y Rivarola. Estando todos bien, podría decirse que los dos titulares (por antigüedad), son los que arrancaron anoche en Tucumán. Pero, ¿no se ha ganado Alfredo Ramírez la confianza de Mohamed con lo que está haciendo?, ¿no es Prediger una buena alternativa de recuperación cuando hay un jugador complicado y desequilibrante como Patricio Pérez en el rival?
Así, con 18 puntos faltando aún seis partidos por jugarse, disfrutando de una buena semana y con una respuesta futbolística que ha mejorado notoriamente (sobre todo ante Vélez y Argentinos), Colón siente que el objetivo de llegar a 25 puntos en este torneo es absolutamente realizable. Tanto, que el Turco se animó a decir después del partido: "Vamos a terminar arriba".
Bien con Favale.
Viene bien la mano para Colón con el árbitro Gabriel Favale, que fue muy insultado por la gente de San Martín. En carácter de visitante, Colón nunca perdió con este árbitro. La racha es de 3 victorias y 6 empates sobre 9 partidos.
Buena compañía.
Más de 200 hinchas sabaleros estuvieron presentes en el estadio de la Ciudadela tucumana dándole apoyo y aliento al equipo. En la zona de plateas se observó a Horacio Darrás y Patricio Fleming, los infaltables ex dirigentes que siguen a Colón a todas partes, además de Germán Lerche, el titular sabalero que viajó con la delegación. Un detalle curioso: la policía tucumana sacó rápidamente del estadio a la hinchada de Colón, que se fue 5 minutos antes del final del partido. Algunos, inclusive, ni siquiera vieron el cabezazo de Oyola que casi termina adentro del arco de Gutiérrez.
Gran esfuerzo para la reserva
Los dirigentes de Colón hicieron un esfuerzo que bien vale la pena resaltar. Los jugadores de la reserva, con Mario Sciacqua, su técnico, a la cabeza, viajaron en micro a Tucumán el viernes y se hospedaron en el paradisíaco hotel ubicado en el Cerro San Javier, el mismo en el que estuvo el plantel profesional.
El equipo de reserva arribó por la tarde y los jugadores concentraron allí y compartieron la cena del viernes y el almuerzo de ayer con los jugadores de primera. Lástima que a la tarde no tuvieron suerte y perdieron ÄinjustamenteÄ ante San Martín por 1 a 0, con gol de Miguel Fernández.
El equipo de Sciacqua alistó a Marcos Díaz; Quilez, Magnago, Lazzaroni y Mansilla; Facundo Sánchez, Miranda, Cointry y Moyano; Ledesma y Canario. En el banco estuvieron Gorosito, Gaydou, Jourdan, Musetti y Castillo.
Los dirigentes de Colón hicieron un esfuerzo que bien vale la pena resaltar. Los jugadores de la reserva, con Mario Sciacqua, su técnico, a la cabeza, viajaron en micro a Tucumán el viernes y se hospedaron en el paradisíaco hotel ubicado en el Cerro San Javier, el mismo en el que estuvo el plantel profesional.
El equipo de reserva arribó por la tarde y los jugadores concentraron allí y compartieron la cena del viernes y el almuerzo de ayer con los jugadores de primera. Lástima que a la tarde no tuvieron suerte y perdieron ÄinjustamenteÄ ante San Martín por 1 a 0, con gol de Miguel Fernández.
El equipo de Sciacqua alistó a Marcos Díaz; Quilez, Magnago, Lazzaroni y Mansilla; Facundo Sánchez, Miranda, Cointry y Moyano; Ledesma y Canario. En el banco estuvieron Gorosito, Gaydou, Jourdan, Musetti y Castillo.
Síntesis
San Martín (T)1 - Colón1
San Martín de Tucumán: Gutiérrez; Noce, Monje y Villavicencio; Quinteros, Cantero, Pérez Castro y Leone; Patricio Pérez; G. Ibañez y Vega. A.S.: Leyenda. Estuvieron en el banco: De Muner, Saavedra, Solana y A. Ibañez. D.T.: Carlos Roldán.
Colón: Pozo; Aguilar, Garcé y Crosa; Falcón, Capurro, Rivarola y Oyola; Lucas Acosta; Rubén Ramírez y Fuertes. A.S.: Blázquez. Estuvieron en el banco: Chitzzof, Alfredo Ramírez, Torres. D.T.: Antonio Mohamed.
Goles: en el primer tiempo, a los 5 m Fuertes (C). En el segundo tiempo, a los 15 m Vega (SMT).
Cambios: en el primer tiempo, a los 21 m Prediger (C) por Rivarola. En el segundo tiempo, a los 27 m Valdemarín (C) por Lucas Acosta; a los 38 m Herrera (SMT) por Patricio Pérez; a los 39 m Sciorilli (C) por Rubén Ramírez y a los 45 m Brandán (SMT) por Ibañez.
Amonestados en Colón: Garcé y Prediger.
Cancha: San Martín de Tucumán.
Arbitro: Gabriel Favale.
San Martín de Tucumán: Gutiérrez; Noce, Monje y Villavicencio; Quinteros, Cantero, Pérez Castro y Leone; Patricio Pérez; G. Ibañez y Vega. A.S.: Leyenda. Estuvieron en el banco: De Muner, Saavedra, Solana y A. Ibañez. D.T.: Carlos Roldán.
Colón: Pozo; Aguilar, Garcé y Crosa; Falcón, Capurro, Rivarola y Oyola; Lucas Acosta; Rubén Ramírez y Fuertes. A.S.: Blázquez. Estuvieron en el banco: Chitzzof, Alfredo Ramírez, Torres. D.T.: Antonio Mohamed.
Goles: en el primer tiempo, a los 5 m Fuertes (C). En el segundo tiempo, a los 15 m Vega (SMT).
Cambios: en el primer tiempo, a los 21 m Prediger (C) por Rivarola. En el segundo tiempo, a los 27 m Valdemarín (C) por Lucas Acosta; a los 38 m Herrera (SMT) por Patricio Pérez; a los 39 m Sciorilli (C) por Rubén Ramírez y a los 45 m Brandán (SMT) por Ibañez.
Amonestados en Colón: Garcé y Prediger.
Cancha: San Martín de Tucumán.
Arbitro: Gabriel Favale.
Texto:Diario El Litoral
Foto: La Gaceta /Tucumán
No hay comentarios:
Publicar un comentario