Que viva el fútbol

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sábado, 27 de febrero de 2010

La Perla 0 - Nobleza 2 (ampliamos)

Una nueva edición del clásico de Recreo, en este caso en el marco del Torneo de Verano se llevó a cabo en la noche de viernes. Un partido que tuvo todos los tintes de clásico no caben dudas. Un equipo que salió decidido a ganarlo, pero que se quedó al final con las manos vacías mucho vértigo, piernas fuertes, nerviosismo por no perder, expulsiones, no faltó nada.
La Perla decidió con mucho ímpetu a buscar el triunfo. A los 2 minutos, lo tuvo Matías Gamboa, desbordando por la izquierda, y tras gambetear, remató y Pereyra se vio obligado a intervenir por primera vez. A los 6 “Chaki” Navarro probó puntería desde el borde de la media luna y la pelota se fue a centímetros por encima del travesaño. El conjunto de “Puruki” Romero, era el gran protagonistas, pero Nobleza, lentamente comenzó a contrarrestar las acciones y fue saliendo del asedio.
A los 12 un tiro libre de Leiva, tuvo la floja intervención de Douchín y Mergen en el rebote remató desviado. Fue el primer indicio del equipo de Zaninetti, que mostró que no se iba a quedar inmóvil ante el juego de su rival
Aunque el juego seguía siendo vertiginoso, lentamente fue decayendo en cuando al nivel del mismo. Los pases, comenzaron a ser imprecisos, lo cual le daba la cuota necesaria de incertidumbre a la hinchada. A propósito, se esperaba una mayor concurrencia, sin embargo hubo un marco interesante para un partido no oficial. Aunque muchos especulaban contar con mayor cantidad de hinchas, teniendo en cuenta que este año no se verán las caras oficialmente
A los 35 un tiro de esquina de Mergen, encontró el cabezazo de Antoniazzi, que se estrelló en el travesaño. La balanza de merecimientos comenzaba a inclinarse a favor de Nobleza y un par de minutos más tarde, lograría la apertura del marcador. La defensa quedó descompensada, demasiado en línea y Mariano Arce aprovechó la situación. Rompió el juego por la derecha y tras dejar a su marcador en el camino, remató cruzado, poniendo el 1 a 0.
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Golpe letal
El ingreso de Rufino, pretendió darle más compañía a Cañete y Gamboa. Ambos movedizos, vertiginosos, pero de escasa contextura física. Lo que no le permite tener un referente de área al “Azulgrana”.
Nada había sucedido frente a los arcos, hasta que Juan Sánchez, volvió a mostrar las falencias defensivas de La Perla. Nuevamente mal escalonada, o más bien falta de escalonamiento, hicieron que Juan Sánchez, que llevaba segundos en cancha, encare por la derecha y quede mano a mano con Douchín. Tremendo fusilamiento para dejar sin chance alguna al arquero y Nobleza, con el sólo hecho de ser efectivo se ponía 2 a 0.
Fue casi el final del partido, porque La Perla, perdió todo orden táctico, fue puro empuje, pero con poco orden. Cuando consiguió asociar juego colectivo, mostró nerviosismo en la zona letal, donde justamente Nobleza no perdonó. Un tiro libre de Rufino, apenas por encima del travesaño y un mano a mano de Cañete desviado, fue todo lo que pudo generar para intentar el descuento. Llegaron las expulsiones y la ventaja numérica de dos hombres de más para La Perla, no hizo más que generarle un peso en contra, que nunca supo sobrellevar. Olvidó ocupar los espacios y hacer circular la pelota. Siguió yendo al choque, con ataques frontales, quizás por esa falta de un “9”, que le impide presionar con su juego aéreo. Lucas Aramayo, Silvio Azoge, Franco Anconetani, Diego Rodríguez, eran los “lungos” con los que contaba el equipo, hasta el pasado torneo. Ante la falta de altura, el juego por abajo, deberá ser la alternativa. En ese sentido Schmidalter, aún no entra en sintonía y tanto Gamboa como Cañete, mostraron altibajos propios que jugadores que todavía se encuentran en maduración
Sobre el final Segovia dejó con 10 a La Perla, pero cuando ya no había prácticamente tiempo para nada más. Nobleza fue oportuno y supo adaptarse a la adversidad, con lo cual uno concluye que fue un merecido triunfo para justificar el festejo visitante, con una hinchada que alentó durante todo el partido y que tuvo su premio con la victoria de su equipo.
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Julián Andrés Monzón

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