Que viva el fútbol

Que viva el fútbol

miércoles, 17 de febrero de 2010

Recuerdos de un jugador

Con la hinchada de fondo. Cuando llegó a jugar en el Nacional B para el "Sabalero"
Hoy jugando en al Liga Senior, por supuesto para Colón

Aquel Colón. "Eran tiempos difíciles, no había ni agua caliente en el vestuario" se acuerda Comachi de esa época
En Bolivia. Allí llegó a través de un contacto que hizo la Chiva Di Meola



Entrevista a Marcelo Comachi
“Soy santafesino por adopción”
El ex jugador de Colón, nos cuenta como volvió a vestir la rojinegra y por qué decidió radicarse definitivamente en Santa Fe. Su amor por Colón.

Julián Andrés Monzón


Sentado en el salón de su negocio, una conocida peluquería de nuestra ciudad, mate en mano y antes de abrir la atención al público, Marcelo Comachi habló de todo con SOY Deportes. Con la pared repleta de fotos, de fotos donde está él o donde están otras personalidades importantes. Desde el popular cantante Sergio Torres, hasta Baldomir. Figuras como Maradona, Mohamed o la “Negra” Capristo, integran el famoso mural que cada vez tiene menos espacio para agregar fotografías. Con amargos y alfajores santafesinos, desayunamos, charlando de algo que es esencial en su vida. EL FÚTBOL
-Sergio Marcelo, pero sos más conocido como Marcelo
-Acá me bautizaron con el segundo nombre y de ahí en más Marcelo. A tal punto que mi negocio, le tuve que poner Marcelo Comachi
-¿Cuántos años viviendo en Santa Fe?
-Llegué en el 88, así que son 22 años acá en la ciudad
-¿Santa Fe te adoptó y vos elegiste la ciudad?
-Según dicen mis amigos, hubo un camalote que quedó atracado en el puente colgante caído y tuve que desembarcar acá. Pero gracias a Dios, caí en una ciudad hermosa, donde mis hijos son santafesinos. Así que soy santafesino por adopción
-¿Cómo empieza el fútbol en tu vida?
-Desde muy chiquito. Mi familia es muy futbolera. Mamamos fútbol desde chiquitos. Ya a los 4 años hacía inferiores en Huracán de Goya, que es la ciudad donde yo nací. Después a los 15 años, debuté en un Torneo del interior y de ahí de fui a Independiente de Avellaneda. De la mano de Eduardo Maglioni, aquel campeón del mundo con Independiente. Después vine a Colón a préstamo y luego fui a 9 de julio de Rafaela. En Chile, tuve un paso fugaz, pero sin jugar, hasta que me fui a Bolivia donde estuve casi 3 años. Fui a Mendoza y volví a Bolivia. Luego volví y estuve jugando acá en clubes de la liga. Con Ciclón Racing y con San Cristóbal, jugué en ambos casos el torneo local saliendo campeones y el después el Argentino B.
-Cuando en independiente te dicen hay una chance en Colón. ¿Qué te paso por la cabeza, dudaste o aceptaste enseguida?
-En el momento acepté. Me acuerdo que fui a la pizzería de Pastoriza, que en ese entonces estaba en Boca. O sea yo fui con la intención de ir a Boca. Justo cuando yo voy, estaban comiendo Horacio Arguindegui, Ezcurra y Vanrrel me acuerdo (risotadas). Entonces me propuso el conejo Tarabini y Pastoriza si yo quería venir a Santa Fe a hacer una prueba. Le dije que sí sin dudar
-Se me ocurrió preguntarte, porque aparte te reíste mucho. ¿No te ofreció una pelota Vanrrel?
-Lo había prometido me acuerdo (carcajadas). Pero no me regaló nada
-¿Cuando llegas a Colón, como fue ese cambio?
-Estuve 17 días a prueba, en eso momento justo arreglaba Arguindegui y de la mano de Chaparro y de mi compadre y hermano, el “Zurdo” Verdirame se armó un equipazo y me quedé en ese plantel. De ahí ya me radiqué en Santa Fe, más allá de los cambios que tuve que hacer por los equipos donde jugué
-Era una etapa muy difícil de Colón, muy diferente a la que se vive ahora y encima Unión es el que te deja con las manos vacías
-Si, aunque ese año a mi no me tocó jugar. El torneo que siguió a ese si ya me afiancé de la mano de Juan Manuel Guerra. Pero esos años eran duros en Colón. Era difícil cobrar, me acuerdo de los tablones en las tribunas (tengo fotos de eso) me acuerdo de la falta de ropa para entrenar, de que no había agua caliente. Tenías que tener muchas ganas de estar en un equipo así
-¿Cómo te adaptaste a Santa Fe?
-Yo tengo toda mi familia en Corrientes, pero sinceramente me encanta Santa Fe, me apasiona esta ciudad. Mi frase siempre es que tiré el ancla en Santa Fe. Inclusive ya tuve raíces acá porque mis hijos son santafesinos. Tuve la posibilidad de ir a trabajar a Méjico en su momento con mi compadre, con el zurdo Verdirame. También me ofrecieron ir a Corrientes para trabajar allá en el fútbol, pero me arraigué acá, me encanta Santa Fe y disfruto vivir acá
-Me acuerdo un día que nos encontramos acá con el Zurdo y medio en broma, medio en serio no entendía que rechazaras su propuesta
-Es verdad, me acuerdo. Teníamos la posibilidad más o menos 3 o 4 años atrás de irnos juntos a trabajar. Me acuerdo un 24 de diciembre me llamó para saludarme y me propuso eso. Me dijo “tengo una sorpresa para vos”. Pero mis chicos eran chicos y no quise tomar ese desafío porque estaba solo con ellos. Así que decidí quedarme acá y le agradecí porque más que un amigo es un hermano.
-¿Cómo surge esa amistad con Verdirame?
-Yo a la primera persona que conocí y con la cual compartí los primeros momentos fue con el Zurdo. Desde ahí creamos una amistad muy linda, que hasta el día de hoy perdura. Casi todos los sábados me llama y hablamos. Me pregunta por mis hijos, por Martín que está en Colón y por Lucas que está en Boca. A su vez yo también me intereso por su familia, porque la relación es muy linda con él.
-¿Tus hijos por sus propias inquietudes buscaron el fútbol o vos influiste en algo?
-No yo para nada. Es como te había dicho antes. En mi familia en Corrientes mamamos el fútbol y fijate lo que es acá el salón. Se ve fútbol, se respira fútbol y ellos así nacieron y solos fueron buscando su camino. Sandías, melones, todo lo que rodara pateaban de chiquitos y hoy ellos están donde eligieron estar. Por supuesto que yo los apoyo en todo lo que necesiten.
-Hay muchos aspectos en tu vida que marcan etapas. Por ejemplo después de Colón, retrocedes por así decirlo, para luego proyectarte a nivel internacional
-Después de Colón, yo tenía posibilidades de seguir en el Nacional B. Tenía prácticamente arreglado con Defensa y Justicia, pero tuve una propuesta de “Batata” Merlo, que fue un técnico que me marcó por lo buena persona y por todo lo que sabe de fútbol. Me llamó porque el objetivo era ascender y se formó un gran equipo. Aparte sinceramente no acepté Defensa porque no me quería ir de Santa Fe y al menos en Rafaela no estaba tan lejos
-¿Cómo llega la propuesta de ir a Bolivia?
-A través del recordado “Chiva” Di Meola. Él fue a Bolivia y me llevó a probar allá y no lo dudé. De ahí hice una buena campaña con The Strongest, que perdimos la semifinal de la conmebol y ahí me vió Carlos Ángel Biasutto y me contrató para Blooming
-¿El tema de la altura es un mito o una realidad?
-Es una realidad. A mí me tocó debutar en el Hernando Siles, que es donde juega el seleccionado boliviano. Me tocó a la una y media de la tarde, que jugamos contra Chaco Petrolero y te puedo asegurar que el corazón se te sale. La falta de oxigeno es muy grande
-¿Por qué te volviste de Bolivia?
-Porque se suspendió el torneo por un conflicto que tuvo el gremio. Entonces me fui a jugar a Mendoza y después volví a Bolivia. Después por un hecho desgraciado que viví tuve que dejar el fútbol y me tuve que quedar a trabajar acá en Santa Fe.
-¿Te retiraste muy joven?
-Si en la mejor edad, tenia 25, casi 26 años. Incluso tenía en ese entonces un ofrecimiento para ir a Perú a través de un técnico boliviano
-Conozco el motivo pero ¿te animás a contarlo?
-Desafortunadamente perdí a la mujer de mi vida, que fue la madre de mis hijos. Decidí quedarme en la ciudad, cuidar de mis hijos que eran chiquitos y trabajar acá-
-Suele decirse que todo en la vida va de la mano y vos por esa amistad con Verdirame, terminás encontrando una salida laboral
-Gracias a la mano y a la ayuda que me dio el padre del Zurdo, gracias a Salvador Verdirame, yo pude criar a mis hijos, mantener mi casa y ser lo que soy hoy. Es un oficio que adoro la peluquería
-Hubo un slogan una vez que era el local de la movida futbolera ¿Es así?
-Si es verdad, vos entrás y tenés fotos de todo tipo, tenés camisetas de jugadores profesionales, que incluso están en el exterior. Acá vienen presidentes de clubes, dirigentes. Jugadores e incluso boxeadores. Pero el que se sienta acá en el sillón tiene que hablar de fútbol
-¿Qué famoso cuando está en Santa Fe viene a que le cortes el pelo?
-Por ejemplo Nicolás Frutos, que está en Bélgica. Pero no sólo vienen a cortarse el pelo, acá podes tomar mate, charlar, ver los partidos en la tele. Por supuesto el Zurdo, Gustavo Siviero, jugadores que siguen viviendo acá, como Juanjo Ferrer y muchos más
-Tu última etapa, es con planteles de liga santafesina. Con Ciclón Racing, pero sobretodo con esa campaña brillante de San Cristóbal, donde casi logran el ascenso al Argentino A
-Entramos pidiendo permiso con San Cristóbal, prácticamente éramos punto en todos lados y al final nos encontramos un día jugando una final contra Gimnasia y Tiro de Salta, que hacía muy poquito estaba jugando en la primera división.
-¿Qué sensación tuviste en ese desempate en Santiago del Estero, cuando ya se pensaba en los penales?
-Tuvimos esa dichosa jugada, faltando muy poco. Ya ni me acuerdo cuantos minutos iban, pero ya era suplementario y lo perdimos cuando ya Chiche (Calvet) tenía casi designados a los que iban a patear los penales. Ascendió Talleres de Perico y nosotros tuvimos que ir a la promoción.
-Dijiste que iban de punto a muchos lugares y en Salta lo sintieron como nunca a eso
-Claro que sí, hoy lamentablemente nadie se acuerda de la mano negra que hubo en Salta. Porque fue alevoso con un árbitro que creo que era catamarqueño. Inclinó la cancha y evaluaron si convenía que quede Gimnasia y Tiro de Salta o San Cristóbal de Ángel Gallardo y por peso convenía obviamente Gimnasia y Tiro. Nosotros no teníamos poder económico y de golpe nos encontramos jugando una final
-Con quien te sentías mejor jugando. ¿Con el cabezón cámara o con el negro Malenque?
-Sinceramente con los dos, si hubiésemos podido jugar los tres juntos ahí abajo hubiese sido satisfactorio. Inclusive Chiche formó tipo un triangulo y Cámara jugaba un poquito más adelante. La verdad que con los dos me sentía muy bien, porque nos respetábamos y nos hicimos amigos
-¿Qué sensación tenés cuando lo ves a tu hijo jugaren reserva con la camiseta de Colón?
-Un orgullo bárbaro. Yo soy feliz porque sé que mis hijos hacen lo que les gusta y están donde quieren estar. Yo los sigo a todos lados, viajo a Buenos Aires, a Córdoba, a donde sea porque me causa placer verlos jugar
-¿Pero antes de Martín ya había una simpatía con Colón?
-Sí, primero porque yo jugué ahí y mis hijos siendo santafesinos son “Sabaleros” desde chiquitos. El hecho que Martín esté en el plantel lo potencia más todavía. Incluso Lucas pese a que está en Boca, están pendiente de los partidos siempre. Así que va a los partidos, cuando Colón juega en Buenos Aires
-¿Se frustró una negociación en este local alguna vez?
-No me acuerdo
-¿No estuvo a punto de venir a Colón la “Gata” Fernández?
-Ah si tenés razón. No solamente la gata, hubo otros nombres que quedaron en el camino
-¿Cómo cuales?
-En su momento Walter Erviti y otros nombres que andaban dando vueltas que en este momento no recuerdo
-¿Te arrepentís de alguna decisión que hayas tomado en tu vida?
-De todo lo que me arrepentí se lo he transmitido a mis hijos. Pero en mi vida (que tuvo muchos altos y bajos, con sufrimientos y momentos felices) no me arrepiento de nada. Todas las experiencias, trato de transmitírselas a mis hijos para que ellos aprendan a valerse por sí mismos
-A veces muchos suelen frustrarse cuando el futbol deja de ser una parte de sus vidas, parece que no es tu caso
-Lo que quise logar, que era un sueño que tuve desde muy chico era ser profesional y lo logré en un club donde además me hice hincha. Así que no me quedó nada por vivir. Además soy joven y hay muchas otras cosas en la vida. Hay mucha vida después del futbol. Yo lo tuve que dejar por ponerme a trabajar y la verdad que la paso muy bien con mi profesión de peluquero
-Te saco del listado a Verdirame, decime un compañero con el cual hayas entablado una amistad
-Son muchos, te los puedo nombrar y vas a pensar que elijo a todos famosos. Pero por ejemplo en Independiente con Martín Vilallonga, después en Bolivia con Marcelo Sosani, que jugó en Racing y bueno acá como te decía con Hernán Cámara y Marcos Malenque.
-¿Te hiciste amigo el flaco Schiavi también?
-Si por intermedio de un amigo mío, incluso el ha estado acá en mi casa. Es más cuando Martín jugó con Newell’s el torneo de verano, estuvimos en Rosario juntos y hasta tuve un ofrecimiento del “Flaco” en algo de representación, pero eso se va a dar más adelante
-Hoy todavía jugás en la Liga Senior con Colón pero ¿Te ves vinculado al fútbol de otra manera dentro de algunos años?
-Como técnico no, porque incluso me han ofrecido y no me incentiva. Pero creo que quizás pueda ser más adelante colaborando en una comisión directiva. Creo que eso si me gustaría, pero para eso hay que tener tiempo y hoy no están dadas las circunstancias
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Material Gentileza del Semanario SOY Deportes

1 comentario:

  1. Grande Marce sos un orgullo Goyano para la flia Comachi un fuerte Abrazo. Maria Celina

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