Que viva el fútbol

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lunes, 26 de enero de 2009

Ampliamos sobre la victoria de Newell's

Peleado, con garra, momentos de buen juego y varias situaciones frente a los arcos, así fue el partido entre Newell’s y Santa Fe FC, que terminó con el festejado triunfo local.
Foto: Pablo Aguirre


Newell’s festejó con el último aliento
Ganó un partido infartante
El equipo de barrio Roma, ganó 1 a 0 con un gol a los 49 minutos del segundo tiempo. Pese a que Santa Fe mostró mejor nivel futbolístico que su rival, se quedó con las manos vacías en su debut en el Torneo del Interior.

Julián Monzón
deportes@ellitoral.com
La vieja y remanida frase de que “los triunfos no se merecen se concretan”, no hace más que plasmar la realidad del partido jugado ayer en el Miguel Franconieri: Newell’s se alzó con la victoria y Santa Fe Fútbol se quedó sin nada a escasos segundos del pitazo final.
En el recuerdo quedará el claro penal sobre Clotet que no fue sancionado, los dos tiros en los palos del “Chino” Bonaveri o la gran cantidad de situaciones de gol que no fueron concretadas. Así, si bien Santa Fe mostró mejores argumentos futbolísticos para quedarse con el triunfo, se fue de barrio Roma con las manos vacías. Pero también en este partido hay aspectos a analizar y desmenuzar, para así entrar más en detalle en lo sucedido en los 90 minutos y algo más que sirvieron para el debut del Torneo del Interior 2009.
Le perdonó la vida
En el debe y en el haber hay dos aspectos sobresalientes que marcaron el rumbo del primer tiempo. La visita fue un equipo ordenado en el fondo, que trató bien la pelota en la zona de transición, pero que no tuvo en su enganche un claro estratega y organizador de juego. Mato, si bien pudo concretar algunos pases interesantes, nunca se terminó de convertir en la manija del equipo. Pese a ello, Moroso por la banda derecha, Raviolo rotando por ambos frentes y Bonaveri bien de punta, crearon sobresaltos al fondo de Newell’s.
Cuando el partido intentaba ser de ida y vuelta, Newell’s también creó algunas situaciones de peligro en el arco de Costa Calvo. Primero ante una salida tardía del “1”, Malisani alcanzó a puntearla, pero su derechazo se fue por encima del travesaño. Luego Colombo cayó en el borde del área chica, cuando estaba a punto de patear.
Bonaveri, en un par de chances, masticó toda la bronca. En la primera, el travesaño le negó el gol, con Cabrera ya sin chance alguna. Luego el arquero de Newell’s le tapó con los pies un potente remate. Pero el “1” local también debió exigirse ante un tiro libre de Moroso. Cuando parecía que el conjunto de Olivares se había olvidado del arco contrario, Feludero, ya en tiempo adicionado, exigió a Costa Calvo, quien mandó la pelota al córner.

Historia repetida
El segundo capítulo tuvo vaivenes, en los cuales el fútbol brilló por su ausencia. Pero cuando la pelota comenzaba a merodear las cercanías de las áreas, volvía a generarse atractivo en la gran cantidad de público presente.
Bonaveri de chilena comenzaba a poner nerviosos a sus marcadores. El “Chino” jugó un partido excelente, pero falló en lo que casi nunca se equivoca, es decir en mandarla al fondo de la red. Otra vez el ex goleador de Banco tuvo su chance tras un centro de Raviolo, pero no pudo conectar con precisión y Moroso quiso corregir la trayectoria, sin suerte, ya que Ariel Olivera de manera milagrosa evitó desde el piso la caída de su valla.
El murmullo ya se había escuchado en el entretiempo. El mismo indicaba que era de esos típicos partidos donde uno perdona y el otro vacuna. Los ingresos de Taborda y de Paiva intentaron oxigenar el fútbol del equipo rojinegro. El partido cayó en una meseta, donde nadie quiso regalar nada, aunque seguramente la exigencia física y el calor habrán tenido mucho que ver.
En los minutos finales del encuentro ambos fueron a jugar al todo o nada. El primero en despertar de la modorra fue Taborda, que clavó un fierrazo desde fuera del área que exigió a Costa Calvo. Paiva, aunque llevándose la pelota con la mano, generó el sobresalto de toda la defensa visitante, cuando su remate cruzado se fue a centímetros del palo.
En la respuesta, apareció otra vez Bonaveri en acción. Primero, para conectar de volea un centro de Raviolo, pero la pelota pegó en la parte externa de la red. Luego, para volver a encontrarse con el palo, tras un cabezazo en el minuto 48 de juego.
Cuando muchos pensaban que el tiro del “Chino” fue lo último que iba a pasar en el partido, llegó un tiro libre a favor de Newell’s, centro de Valenzuela, la pelota no alcanzó a ser despejada y Ariel Olivera se encontró de cara al arco, para hacer estallar el Miguel Franconieri. Gol errado, gol en contra, y ahora gol de Newell’s, que se llevó en el último tiro del partido un triunfo festejado como un campeonato por su jugadores, una vez que Darío Álvarez sentenció el final del encuentro.




Diario El Litoral

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