Que viva el fútbol

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miércoles, 1 de octubre de 2008

Entrevista a Daniel Malisani

Un logro que aplaude todo el ambiente liguista
Daniel Malisani tuvo un festejo especial: 100 goles en Newell's
El delantero convirtió un gol ante Sanjustino el pasado fin de semana y llegó al centenar de conquistas en la entidad de barrio Roma. Una cifra envidiable, que promete seguir creciendo. El sueño del goleador es retirarse con un campeonato en el popular club de Mendoza al 4000.

Julián Monzón
A los 33 años, Daniel Malisani cumplió otro objetivo en su carrera repleta de festejos sagrados. Llegó a los 100 goles con la camiseta de Newell's Old Boys. "Dani", "Daniel el terrible" o, últimamente, "El tanque" son los apodos que se ganó a fuerza de vencer arqueros rivales. El jugador nos visitó para compartir su alegría por esta satisfacción.

-¿Fue un festejo especial, Daniel?
Sí. Se hizo esperar, pero después de 4 fechas, convertir el gol número 100 para mí es importante, y más en una entidad como Newell's, que me abrió las puertas desde el 2003 en adelante. Poder darle esta satisfacción para mí es muy importante.
-El día de tu debut marcaste el primer tanto, frente a Ateneo Inmaculada, en el torneo de ascenso de 2003. ¿Te imaginabas al convertir el primero llegar a esta cifra?
Lo importante fue ir sumando de a poquito. Desde que vine para jugar en la B en el 2003, gracias a los compañeros que tuve de tantos años, pude lograr esta instancia de los 100 goles. Llegué cuando estábamos en la B. Fue un lindo torneo. Ciclón se había armado muy bien y nosotros veníamos peleando cabeza a cabeza, pero lamentablemente perdimos en cancha nuestra con ellos y no pudimos concretar el ascenso directo. Pero entramos al reducido, junto con Ateneo y Universidad, que eran dos equipos muy fuertes. Y se nos dio por penales en la final.
-Una vez, hablando con el "Chelo" Juárez, que ascendió con vos en Newell's, me contó que el gol más emotivo para él fue el de la final con Ateneo. En tu caso, ¿cuál fue el festejo que más recordás?
También en la B, pero en semifinales, contra Universidad. Fue un gol de cabeza, en el cual cruzó la pelota entrando por el segundo palo al primero. Íbamos perdiendo y ese gol nos permitió ir a los penales y clasificar a la final.
-¿Cómo viviste toda esta etapa en Newell's, donde te convertiste en un ídolo o, al menos, un referente de un club que ha crecido notablemente en estos años?
Un ídolo, no creo. Tal vez lo sea para la gente de afuera. Pero sí me siento un referente del equipo, más que nada por la edad, porque tengo varios años encima y sigo jugando en la Liga. Yo creo que hoy lo importante es estar ahí en el equipo, junto a los compañeros, con los cuales hemos entablado una amistad, algo que pocas veces se logra. Siempre internamente recalcamos la importancia de tener un equipo de amigos, que se defienden como debe ser dentro de la cancha, y por eso creo que las cosas salen como tienen que salir. Lo más importante es eso.
-¿Cuál creés que fue el de mejor calidad?
Hubo varios, pero tengo uno muy presente en la cancha de Newell's, jugando contra Guadalupe, que para mí es un club especial, porque es el que me abrió la puerta cuando quedé libre de Colón. Pero me tocó justo contra ese club. Recuerdo que fue un centro del "Chino" Puig, casi desde la mitad de cancha, tirado sobre la derecha. Al borde de la media luna, de cabeza, gané entre "Manolo" López y Hernán Cámara, y se la puse en un ángulo al arquero. Además, fue un momento decisivo porque ganamos 2 a 1.
-Mencionaste tu edad. Alguna vez me tocó hablar con Mario Comín, hoy técnico de Newell's, y me dijo que quizás vos esperás ganar un campeonato para retirarte. ¿Es así?
Sí, es así. Tal vez si el año pasado se nos hubiese dado salir campeón, hoy no estaría jugando. Fui el goleador del torneo, pero, si hubiera salido campeón, me habría retirado con todos los honores. Además, hoy, poner un título en las vitrinas de Newell's, en esta etapa de crecimiento institucional, sería muy importante. Porque el club se lo merece y el grupo, también.
-¿Cómo vivió tu familia este momento tan particular?
Muy contentos porque, además, ellos son siempre los que me apoyan. Mi viejo y mi vieja siempre están atrás de mí. Y mi mujer y mis hijos son siempre los que están en cada momento, porque uno tiene altibajos y, quizás, sin el apoyo de ellos no seguiría jugando. Lo sigo haciendo para mostrarles a mi hijo y a mi hija lo que el papá puede hacer. Me recibieron con los brazos abiertos, si bien no pudieron estar en la cancha, pero en ese momento estuvieron en mi corazón, como siempre están.
-Colón, Sportivo Guadalupe, Ciclón Racing, San Cristóbal y La Perla fueron tus otros equipos. ¿Cuántos goles más metiste en todos esos clubes?
Sinceramente, no sé. Son muchos. Yo salgo de jugar en reserva de AFA y me voy a Guadalupe y la verdad es que tengo sólo palabras de agradecimiento para todos los clubes en los que estuve, porque valoraron siempre lo humano, además de lo futbolístico.
-Este conteo, ¿cómo surgió, entonces?
En un momento me preguntaron cuántos goles llevaba en Newell's. Yo no los tenía contados y calculé que eran cerca de 100. Ahí empezaron en el club a investigar y se sumaron todos los goles. Los de la B y los de Primera, donde por dos años consecutivos fui el goleador de la Liga y en el otro fui segundo. También sumaron los torneos regionales (Copa Federación y Torneo del Interior). De ahí salió la inquietud y bienvenido sea que llegaron, porque en este torneo ya dejamos muchos puntos y ahora lo que más necesitamos son los tantos, que llegaron nuevamente.
-Hay una duda planteada en el ambiente liguista. ¿Cuál es el clásico de Newell's o, al menos, ese partido en el cual se preparan con todo para no perder por lo que significa en el folclore futbolístico?
Desde mi punto de vista, al que siempre le queremos ganar, porque en los últimos años siempre es campeón, es a La Perla. Creo que es el rival con el que Newell's más se siente identificado. Tal vez sea porque los dos en su momento eran equipos chicos y La Perla subió de la B, gracias al "Flaco" Tobaldo, y después hizo muy buenas campañas. En nuestro caso, lo hicimos con Oscar Aguirre, que fue un excelente técnico también, y yo creo que fue siempre nuestro rival, lo que más se asemeja a un clásico.
-Si no llega el título este año, ¿te animás a jugar un año más?
Yo creo que sí. Pero tal vez cambie de idea, por algún problema laboral o personal. A mí me gustaría seguir jugando hasta que el cuerpo me dé. Hasta que yo me dé cuenta de que no aguanto más los golpes o no aguanto más entrenar. Creo que, cuando yo no sienta ganas de ir a practicar, ése será un signo de que se termina la etapa del futbolista. Pero, por ahora, eso no me pasa.



Diario El Litoral

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